Duarte, Sánchez y
Mella/José Silié Gatón

Duarte, Sánchez y <BR>Mella/José Silié Gatón

La pasada semana, en un acto solemne pero cargado de mucha afectividad, mi padre, el Dr. José Silié Gatón, recibió en el Salón de Embajadores del Palacio Nacional de manos del señor Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández, la distinción de la orden de Duarte Sánchez y Mella en el grado de Comendador, quien se la impuso en su pecho junto a  su  gentil esposa Doña Margarita Cedeño de Fernández.

El reconocimiento de acuerdo al decreto emitido señala que fue por su trayectoria profesional y de vida por lo que fue homenajeado. Cuando oía la lectura de su semblanza, me abstraje y  reconfirmé que ha sido ejemplo de virtud, y de vida digna para una sociedad que hoy se debate entre males muy distantes de las normas éticas y los valores morales por los que él ha luchado toda su vida, la que ha estado siempre muy cerca de los principios decorosos del Duarte forjador de nuestra nacionalidad.

Más de sesenta años dedicados a la educación, culminados con 40 de ejercicio magisterial en la UASD recibiendo la distinción de “Profesor Meritísimo”, donde un aula de la Facultad de Derecho lleva su nombre, con otros tantos por igual dedicados a labores en la Junta Central Electoral, y que como abogado laboró otros muchos en la judicatura nacional, logrando ser Procurador. El hijo de Fermín y Zenobia, esposo de doña Vaganiona, y padre de José, Celeste y Gustavo, recibió el premio por una vida meritoria, por ser un ejemplo activo de que se puede vivir de cara al sol, con toda la dignidad de los hombres probos y de conductas acrisoladas.

Pero sus mayores aportes han sido a la enseñanza, es un profesor medular, sus 14 libros escritos son epistolares, sobre asuntos electorales, morales, judiciales, de política, de administración pública, pero su fuerte, sus máximos aportes han sido al desarrollo de la ética, la mitad de sus libros son sobre temas morales. Con gran orgullo y  sin ningún rubor sustento que es el “padre de la ética en el país”.  Por esos aportes a la sabiduría de las normas morales recibió el “Laudatio Académico”, máximo reconocimiento de la Academia de Ciencias.

En su libro Ética en la Educación señala: “Hoy afortunadamente nadie pone en duda que la educación es protección y guía de toda sociedad progresista, por su carácter constructivo, orientador, reformador del comportamiento humano y enseñanza de progreso universal.

Siendo así, creo es deber de toda persona pensante, hacer sus aportes en la medida de su saber y posibilidades, a lo que significa el  acrecentamiento de la vida humana mediante la educación, con la que no solamente se instruye a los fines de fortalecer el intelecto de la gente,  sino que a su vez, base de una adecuada formación humana en lo que significa su alineamiento en atributos intelectuales ordenados, conducentes al conocimiento y condiciones para un desempeño mejor cada día dentro de la convivencia social”.

Desea toda la familia Silié darle las gracias a los  queridos esposos gobernantes por la distinción recibida, que fue en verdad un homenaje a la dignidad, a la honorabilidad, y en él a todos los ciudadanos que soñamos con un país con virtudes en almas enaltecidas y con luces de entendimiento para los altos fines del bien.

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