Duarte y la fe

Duarte y la fe

Para  realizar su propósito de lograr la independencia dominicana del yugo haitiano, Juan Pablo Duarte depositó su fe en Dios. Y esa convicción se fundamentó en la formación que recibió de sus padres, y en especial de Juan José Duarte, quien fue de los pocos comerciantes que se opuso a apoyar un comunicado de adhesión a la ocupación haitiana del año 1822.

De igual manera Juan Pablo Duarte fue resultado del bautismo en la iglesia parroquial, y de sus viajes al exterior, lo que marcaron una gran firmeza y una poderosa fe en el Todopoderoso, que se manifestó en el juramento de los que participaron en la sociedad secreta “La Trinitaria”, fundada el 16 de julio de 1838.

Cabe mencionar el texto del juramento de Los Trinitarios, que dice:

“En el nombre de la santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente señor Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes habidos y por haber, a la separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana; la cual tendrá su pabellón tricolor en cuartos, encarnados y azules, atravesado con una cruz blanca; la República establecerá su correspondiente escudo de armas. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: «Dios, Patria y Libertad». Así lo ratifico y prometo ante Dios y ante el mundo. Si tal hago, Dios me proteja y de no, me lo tome en cuenta y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición si los vendo”.

Cuentan los historiadores que ese juramento fue firmado y sellado por Duarte y los demás trinitarios con su  sangre. Parece que se inspirara en la sangre vertida por el Hijo de Dios para que el mundo fuera perdonado de sus pecados. Y todo aquel que cree en ese sacrificio, el de la muerte de Jesús en la cruz, fuera salvo.

Ese inmaculado día en que los principales líderes trinitarios juraban ante la Trinidad de Dios, se selló un compromiso de luchar por una nación libre, soberana e independiente, que se llamaría la República  Dominicana.

Hoy en día, la expresión Dios, Patria y Libertad constituye el lema de los dominicanos, y la cruz aparece en el centro de nuestra bandera, formando la Biblia parte de nuestro escudo nacional.

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