Wilson Gómez Ramírez, presidente Instituto Duartiano, insta al gobierno a reforzar la frontera para evitar estampida de haitianos hacia el territorio dominicano
El presidente del Instituto Duartiano Wilson Gómez Ramírez, solicita al gobierno dominicano reforzar la seguridad en toda la línea fronteriza con Haití ante el llamado a desobediencia civil patrocinado por el exlíder rebelde golpista Guy Philippe, que ya produce desórdenes en ese país.
Afirma que los puntos fronterizos no están lo suficientemente controlados, por lo que en las circunstancias actuales deben ser objetos de mayor control.
Gómez dijo que posee denuncias de que en algunos lugares existen pasos abiertos, como en el Aguacate, en Jimaní, provincia Independencia, y en algunos puntos de la provincia de Pedernales.
Expresó que la realidad haitiana ha seguido en una pendiente de deterioro creciente, la autoridad en ese país cada vez se siente menos, mientras la comunidad internacional es más indiferente cada día.
“Lo cierto es que la situación se agrava cuando los liderazgos están en poder de quienes no tienen la calidad, es decir, gente que ha estado ligado al narcotráfico, a las acciones armadas, a las bandas que han desconocido la existencia de la autoridad”, apunta.
Define como error de República Dominicana reclamar conversaciones con la hermana nación, donde no existe un interlocutor válido, lo que estima pérdida de tiempo.
Considera que el país lo que tiene que hacer en estos momento es asumir la defensa, abierta y categórica, de la frontera, acompañada de una ofensiva internacional de carácter diplomático, con miras a edificar al mundo en torno a la realidad histórica de Haití.
Además, edificar sobre los desconocimientos de Haití de los tratados internacionales y fronterizos, como el de 1929, ya que la falta de una autoridad en el vecino país constituye una grave dificultad.
Deplora que mientras República Dominicana sigue con la carga pesada de Haití, la situación al otro lado de la frontera es cada vez más grave lo que produce mayor presencia de haitianos en el territorio nacional.
Desde el pasado martes Haití entró en un nuevo escenario de protestas, destrucción y amenazas, esta vez bajo el protagonismo del exlíder rebelde golpista, Guy Philippe, poniendo los pelos de punta a la población ante sus amenazas de tomar el poder por medio de las armas.
Muchos puntos de Haití han sufrido manifestaciones, barricadas e incendios de neumáticos en las vías públicas, además del cierre forzado de ministerios y ataques a viviendas, que pueden eliminar esperanzas en el proceso de diálogo.