PUERTO PRINCIPE (AFP) – A cuatro meses de las elecciones generales en Haití, la incertidumbre parece imponerse en algunos medios respecto a la capacidad del Consejo Electoral Provisorio haitiano (CEP) para organizar los comicios.

El CEP, que sufre disensiones internas, no logró fijar un calendario definitivo de las próximas elecciones, al punto de suscitar dudas sobre la posibilidad de que éstas tengan lugar antes de fin de año, como estaba previsto. Las primeras fechas propuestas fueron postergadas una y otra vez. El primer ministro Gérard Latortue no ocultó su preocupación frente a los retrasos en el proceso electoral y la ausencia de un cronograma definitivo.

Esa misma preocupación fue expresada en privado por diplomáticos extranjeros, que esperan que las elecciones se realicen en los plazos previstos para favorecer la transición a un gobierno legítimo antes del plazo constitucional del 7 de febrero de 2006.

Según una fuente del gobierno provisorio que mantuvo el anonimato, los diplomáticos transmitieron su inquietud a las más altas autoridades del país.

La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea (UE), financian más del 90% de los gastos electorales, calculados en 60 millones de dólares.

El enviado especial del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para Haití, el chileno Juan Gabriel Valdés, señaló «con inquietud las preocupaciones de algunos sectores de la sociedad respecto a la lentitud del Consejo Electoral».

Dirigentes políticos comienzan a interrogarse sobre la capacidad del CEP para organizar elecciones creíbles si el organismo no logra siquiera establecer un calendario «creíble y realista».