Dudan mejoría Papa

Dudan mejoría Papa

CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- La breve y silenciosa aparición el domingo del Papa Juan Pablo II ante la ventana de su apartamento en el Vaticano al término de la misa de Ramos, durante la cual no pudo pronunciar palabra alguna, generó numerosas dudas sobre su recuperación.

   «El Papa parece haberse precipitado en la enfermedad. Apareció peor con respecto al domingo pasado, cuando pronunció algunas palabras durante la oración del Angelus», escribió Orazio Petrosillo, vaticanista del diario Il Messaggero, en un artículo titulado «las condiciones de salud del Papa están empeorando».

   Juan Pablo II se puso la mano en el rostro y dio algunos golpes al atril, lo que fue interpretado como un gesto de molestia o dolor durante su aparición del domingo, que duró menos de un minuto.

   Por primera vez en 26 años de pontificado, el Papa no pudo oficiar la misa que abre las celebraciones de la Semana Santa, la fecha más importante del calendario cristiano.

   El pontífice, de 84 años, no pudo tampoco hablar desde la ventana de su estudio, adornada con un ramo de olivos y el estandarte papal, pero sí bendijo con la palma a los cerca de 50.000 peregrinos que se congregaron en la plaza de San Pedro.

   «Qué goce verlo y a la vez que tristeza verlo en ese estado, esas son las dos emociones que Juan Pablo provocó al inicio de esta Semana Santa de sufrimiento», escribió Petrosillo.

   Un asistente cerró rápidamente las cortinas blancas y las cámaras de la televisión del Vaticano no transmitieron imágenes de cerca como ha ocurrido en otras recientes apariciones del Papa.

   Los poderosos teleobjetivos de los fotógrafos revelaron expresiones de dolor así como de fastidio probablemente por el sol que le daba en la cara y por la traqueotomía a la que fue sometido hace tres semanas.

   Pero también revelaron lo que hasta ahora nadie había notado desde que sus condiciones de salud se agravaron a inicios de febrero: un tubo de oxígeno que entraba por debajo de la sotana para alimentar la cánula que le fue instalada en la tráquea y un vendaje en la muñeca derecha como si le suministraran suero, sangre o medicinas continuamente.

   Según Il Messaggero, el canal oficial de televisión del Vaticano (CTV) había recibido órdenes de no filmar de cerca al pontífice y hay quienes sostienen que inclusive dentro de la alta jerarquía de la Santa Sede se desaprueba que se exhiba en las condiciones en las que se encuentra.

   Por prescripción médica, el Papa debe limitar sus salidas y el uso de la palabra y cada aparición es analizada detalladamente debido a que el Vaticano no ha divulgado partes médicos sobre su salud desde que regresó al palacio apostólico el pasado 13 de marzo.

   La aparición del Papa suscitó también mucha preocupación y alarma en los medios eclesiásticos, según el vaticanista del diario La Repubblica, Marco Politi.

   «Está débil», «tiene altibajos», afirmaron al diario romano personas que tienen acceso al estudio pontificio.

   «Creo que no va a aguantar mucho», declaró por su parte el cardenal francés Philippe Barbarin, mientras otro purpurado, el inglés Murphy O»Connor, aseguró que está convencido de que el Papa no podrá viajar en agosto a Colonia, en Alemania.

   Todas declaraciones que dejan entrever el estado de incertidumbre que suscita un pontífice gravemente enfermo, que no podrá presidir las ceremonias para conmemorar la muerte y resurrección de Cristo, como todo cristiano lo hace durante la Semana Santa.

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