Dudas e imponderables del futuro de la isla

Dudas e imponderables del futuro de la isla

Hoy se inicia en Haití una nueva etapa de su ya convulsa vida cívica. Es por la instalación en el gobierno de un político a la carrera, de gran carisma y de actuaciones imprevisibles en cuanto a lo que fue su pasado. Él es un popular artista, que no tenía empacho en exhibir sus partes pudendas en sus shows o en los desfiles del carnaval haitiano.

Michell Martelly se juramenta como presidente haitiano, después de haber cautivado a un electorado por sus habilidades como cantante y promotor de la contagiosa música haitiana, llena de vibrantes y pegajosos sonidos misteriosos, herencia de una tradición que se remonta a los ancestros de los habitantes de la isla cuando llegaban encadenados y enfermos desde sus tribus en África.

La ceremonia de instalación del nuevo presidente es de gran trascendencia para el futuro de la convivencia pacífica de la isla, ya que Martelly viene precedido de sus desafortunadas declaraciones externadas, antes de las elecciones, donde enfatizaba sus propósitos de exigir la apertura de la frontera y permitir el tránsito libre de sus conciudadanos.

Después de su metida de pata, con el asunto de eliminar la frontera, no ha vuelto a hablar en español a la prensa y, cuando ofrece declaraciones, las ofrece en patois y habla inglés con el presidente dominicano.

El presidente Martelly, al ver su metida de pata modificó su verbo y surgió como un pro dominicano que se ha entrevistado tres veces con nuestro presidente y el cual estará hoy en la ceremonia de juramentación. Pero no hay dudas que existen suspicacias en cuanto al futuro de las relaciones que exigirán de gran capacidad de los funcionarios de la diplomacia dominicana. Es que las relaciones isleñas exigen de una total dedicación.

El país, para mantener relaciones maduras y responsables con los vecinos, debe reafirmar con firmeza la posición externada por el presidente Fernández en Brasil de que el país ejerce sus derechos de evitar la inmigración ilegal de haitianos. Además, las crisis y problemas haitianos no deben ser de la responsabilidad de los dominicanos, cosa que es la exigencia, y hacia eso presionan los amigos de Haití, en especial Estados Unidos y Francia. Ellos ya quisieran ver la ausencia de tropas dominicanas en la frontera.

Hoy la juramentación de un presidente más del vecino país reviste tanta importancia. Con el presidente saliente Preval se logró mantener un admirable equilibrio, recibiendo él un generoso y abundante apoyo dominicano después del terremoto de enero del 2010. Con nuevas caras gubernamentales, se pensaría que en un momento dado pudiera Haití ser ingobernable y se les ocurriría señalar hacia oriente como origen de sus males y también la fuente de su salvación.

Y es que los haitianos, después de haber sido derrotados muchas veces cuando los dominicanos consolidaron la independencia, decidida en 1844, mantenían sus propósitos hasta que finalmente se les reconoció en 1929 la cesión de más de tres mil kilómetros cuadrados, que sin dudas eran necesarios para definir su territorio. Ahora pretenderían resucitar sus planes de una e indivisible de 1822 lo cual han ido logrando en silencio y masivamente, como ocurre en la zona de Bávaro, en donde ya hay más haitianos que dominicanos como empleados y obreros en los hoteles de la zona.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas