mundo del cine y la televisión es muy exigente y para destacar es necesario tener facciones perfectas y lucir joven. Muchas famosas han pagado precios muy altos con tal de ser atractivas ante las cámaras, otras lo han conseguido con resultados más o menos buenos. Esta semana quisimos hacer un duelo de cirugías: Kim Kardashian vs. Renée Zellweger. ¿Quién ganará?

Renée Zellweger. Tenía unas facciones casi infantiles: rostro redondo, labios pequeños y ligeramente abultados y esa tez sonrosada que a todo mundo encantaba.

Según Terra.com, hoy se cuenta una historia distinta, la actrizapareció ante la prensa con un rostro completamente diferente, avejentado, bronceado y con una expresión de mucho cansancio.  La rubia insitió en que no se ha hecho nada en el rostro y que si la vemos distinta es porque lleva una vida más «saludable». Nos cuesta trabajo creerle pero si llegara a ser cierto remotamente, no vamos a seguir sus tips de belleza.

Kim Kardashian. Antes sus cirugías y de probar tratamientos de belleza como mascarillas de oro, golpes en glúteos, cara y pechos o en el que le picaban el rostro hasta sangrar, Kim era ua chica común. Es verdad que era bonita pero no destacaba a lado de una Paris Hilton, entonces su mejor amiga. El cambio vino poco a poco, cabello, depilación, facciones más finas, un trasero prominente y una figura más curvilínea. Kim puede llegar a gastar hasta 300 mil dólares con tal de ser bella.

Aunque a veces luzca como una figura de cera, definitivamente Kim Kardashian ha logrado mejorar su imagen, contrario a lo que ocurrió con Renée Zellweger quien ahora luce más vieja. La socialité y esposa de Kanye West, sin embargo, debe dejar de probar tratamientos raros porque podría poner en riesgo no sólo su belleza, también su salud.