El representante de los propietarios de farmacias ante la Fereracion  Dominicana de Comerciantes, Tony Rodríguez, afirmó que un alza en el precio de los medicamentos habría resultado en una puñalada al pueblo.

Rodríguez señaló que en las semanas recientes en el mercado de medicamentos se han registrado aumentos de precios de entre diez y 20 por ciento, sin que todavía sean conocidas las motivaciones.

Asimismo dijo que acogieron con satisfacción la decisión del Gobierno de excluir los medicamentos de entre los bienes, cuyos precios se incrementarían con la ampliación del itebis, propuesta en la reforma fiscal en discusión.

Entrevistado en el programa “Propuesta de la Noche”, Rodríguez manifestó que el persistente surgimiento de cadenas de farmacias en zonas del casco urbano con alta concentración de ingresos, se ha convertido en un monopolio que perjudica a afiliados al sistema de seguridad social que se topan con dificultades para acceder a los medicamentos en las farmacias barriales.

“Ese monopolio de las cadenas de farmacias es un modelo importado de Brasil, Perú y México, donde hay tres o cuatro dueños de farmacias que controlan el mercado, y que aquí viola la ley 87-01 de seguridad social, que es distributiva, social, y tiene un espíritu de competitividad para que todo el sector participe en este sistema”, indicó.

Rodríguez aseguró que esa práctica se lleva a cabo en connivencia con las prestadoras de servicios de salud que al preferir la contratación de cadenas de farmacias afectan a los usuarios que acuden a las barriales, cuyas ventas han caído por esa causa en hasta un 50%, amenazándolas con la desaparición.

Denunció que otra violación en ese mercado es que mientras la Ley General de Salud ordena que sólo las farmacias legalmente establecidas pueden vender medicamentos al público, también lo hacen las clínicas con farmacias internas.

Se refirió a que la existencia de miles de boticas populares administradas por particulares fuera de la ley y que no pagan impuestos, no sólo atenta contra las legalmente establecidas sino también contra la salud del pueblo.

También, Rodríiguez se quejó de que aún cuando no se oponen a las farmacias que administra Promese, éstas deben operar, según la ley, en instituciones públicas hospitalarias y no fuera de ese ámbito.

El dirigente comercial del sector farmacia lamentó que las autoridades encargadas de la regulación permitan que hasta en colmados se vendan productos medicinales, incluso estimulantes sexuales y calmantes.