Por Patricia Leonor
ROMA.- El libro Leyendas e historias milanesas, de Laura Maragnani y Franco Fava, recoge una de las más conocidas leyendas de las que se han tejido alrededor del origen del panteón. Dice que en principio era un gran pan preparado bajo la supervisión del padre de familia, que antes de la cocción le hacía una incisión en cruz en señal de bendición.
Luego era consumido por la familia reunida para la tradicional ceremonia de Navidad.
El jefe de la casa colocaba una gran cepa, por lo general de roble, en la chimenea y atizaba el fuego. Vertía vino en un cáliz, rociaba las llamas, luego bebía y daba a beber a los demás.
El padre entonces tiraba una moneda sobre la cepa que ardía y distribuía otras monedas a los espectadores.
Una vez cocidos eran traídos los tres grandes panes de trigo y él cortaba una pequeña porción que era conservada hasta la próxima Navidad. La cepa simbolizaba el árbol del bien y del mal; el fuego, la labor de redención atribuida a Jesucristo; los panes, progenitores del panetón, el misterio de la Divina Trinidad.
Según otra leyenda, probablemente la más conocida, el panetón nació en la corte de Ludovico El Moro, señor de Milán de 1494 a 1500, en una Nochebuena que el duque celebró con una gran cena.
A la hora de sacar el postre del horno, el cocinero se dio cuenta de que se había quemado, pero afortunadamente un lavaplatos había amasado con las sobras de los ingredientes un pan dulce para llevárselo a su casa. Dada la situación, el joven propuso al cocinero servir su pan como postre. Era un pan dulce muy bien levitado, lleno de frutas confitadas y mantequilla. El éxito fue rotundo y Ludovico preguntó cuál era el nombre del postre y quién lo preparó. El cocinero presentó al Duque el joven Toni, quien confesó que todavía no tenía nombre. El señor entonces decidió llamarlo Pan de Toni, nombre que, según dicen, con los siglos se ha convertido en panettone.
Una receta de panetón
Ingredientes
Para el fermento:
1 taza de leche
30 gramos de levadura fresca
2 cucharadas de azúcar
Ingredientes para la masa
1 kilogramo de harina preparada
250 gramos de mantequilla o margarina
250 gramos de azúcar
10 huevos
½ cucharadita de sal
¼ de taza de leche evaporada
Ralladura de naranja
Esencia de vainilla
200 gramos de frutas confitadas
250 gramos de pasas rubias o negras
Preparación
Poner en un tazón la leche tibia, agregar la levadura y las dos cucharadas de azúcar, mezclar y dejar que se inicie el proceso de fermento de la levadura, cubrir con un paño y dejar levar. En un recipiente grande, colocar la harina cernida, dejando un poco para enharinar las frutas confitadas y las pasas (200 gramos). Incorporar el fermento. Añadir los huevos, el azúcar, la margarina derretida y la ralladura de naranja. Amasar muy bien y dejar levar nuevamente, siempre cubrir la masa. Enharinar las frutas confitadas. Retirar la masa del recipiente y quitarle un poco de aire, añadir el resto de harina, amasar e incorporarle las frutas confitadas y las pasas, amasar muy bien. Formar una bola grande.Colocar la masa en los recipientes especiales que vienen para panetón enmantequillada y enharinada en la base y las paredes. Acomodar bien la masa, hacer un corte con un cuchillo o en forma de cruz en la parte superior y nuevamente dejar levar, hasta que casi cubra las ¾ partes del recipiente. Pincelar la superficie con yema de huevo leche evaporada. Llevar al horno a 175° C por 45 a 50 minutos.