Durante cirugía, monitores de integridad alertan de posibles daños en nervios

<p>Durante cirugía, monitores de integridad alertan de posibles daños en nervios</p>

POR JOSÉ PIMENTEL MUÑOZ
Aún en las manos del cirujano más brillante, uno de los principales riesgos de la cirugía de la cabeza y el cuello es la posibilidad de lesionar un nervio importante. Tal lesión al nervio puede dejar al paciente con una sonrisa torcida, un ojo caído, la voz ronca o algo peor.

“En el pasado, cuando operamos pacientes con grandes tumores de la cabeza y cuello, infecciones o anatomía anormal con nervios en lugares poco usuales, no era raro que se produjeran lesiones en los nervios colindantes”, explicó el doctor Frank Kronberg, cirujano de garganta, nariz y oído que ejerce en Miami.

“Estas lesiones se aceptaban como un riesgo del procedimiento y aunque los pacientes y sus familiares comprendían que la lesión podía ocurrir, las consecuencias siempre eran difíciles para los pacientes, su familia y el médico”, agregó.

Pero hoy, el doctor Kronberg y otros cirujanos usan un “monitor de integridad del nervio” durante la cirugía para extirpar tumores, masas o infecciones envolviendo la cara, cuello y oídos. El monitor ayuda a los cirujanos a identificar y proteger los nervios.

Cómo se hace

Antes de la cirugía, se colocan electrodos en varios sitios de la cara y cuello. Para la cirugía de las tiroides y paratiroides, el anestesiólogo coloca un tubo endotraqueal especial con electrodos. Si el cirujano se acerca mucho al nervio, el nervio envía una transmisión a los músculos y el músculo tiembla. El monitor recoge esto y hace un sonido como un pito que alerta al cirujano, explicó Kronberg, quien labora en Baptist Hospital de Miami.

Él usa el monitor durante 15 a 20 cirugías mensuales en ese hospital, que pertenece a la corporación Baptist Health South Florida, particularmente durante operaciones en la tiroides y glándula salival. El monitor es también útil para la cirugía del oído y para extirpar tumores cancerosos en el cuello.

El monitor no puede usarse con anestesia general, que paraliza al paciente, evitando que se muevan los músculos cuando son estimulados por el nervio. Nuevas drogas sedan a los pacientes con efectividad sin parálisis y los anestesiólogos usan un monitor para medir el nivel de conciencia del paciente, asegurando que van a permanecer dormidos durante la cirugía. “El anestesiólogo y el cirujano actúan en colaboración y se emplea una cantidad tremenda de tecnología para hacer la cirugía más segura para el paciente”, dijo el especialista, quien puso el e-mail International@baptisthealth.net a disposición de las personas que deseen solicitar más detalles de estos nuevos equipos.

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