Duras lecciones en la frontera del petróleo

Duras lecciones en la frontera del petróleo

Los precios del petróleo en aumento y el consiguiente cambio de poder a favor de los países ricos en energía, como Venezuela, Rusia y Arabia Saudita, han debilitado la demanda de los servicios tradicionales de las compañías petroleras. Los petro-estados con compañías nacionales cada vez más complejas ya no necesitan la ayuda extranjeras para extraer petróleo y gas.

Esto ha traído una re-negociación de contratos, exclusión de compañías foráneas de proyectos y a una serie de demandas a los grupos internacionales que van desde el financiamiento de escuelas locales hasta su participación en los sectores de electricidad o refinación. Bolivia es el último país que cambia las reglas, al tomar el control pleno de sus yacimientos de gas, de las compañías extranjeras, entre las que se incluyen Petrobras de Brasil, Repsol de España y BG, del Reino Unido. Los jefes ejecutivos de algunos de los mayores grupos de energía han revelado, en una serie de entrevistas con el Financial Times, sus enfoques diferentes para enfrentar el cambio masivo que ha dejado a sus compañías batallando por definirse a sí mismas.

Jeroen van der Veer, jefe ejecutivo de Royalk Durch Shell, el segundo mayor grupo de energía registrado de Europa, dice que las compañías internacionales tienen que “asumirlo tal como es, tomar aliento, a veces cerrar algún acuerdo nuevo, y seguir adelante”. Sin embargo, admite que Shell ha batallado por entregar algunos de los mismos proyectos, que la compañía cuenta con apartar -proyectos como el negocio compartido de gas de Sajalin en Rusia, que requiere tecnología avanzada y la capacidad para administrar empresas vastas y complicadas.

Cuando el grupo ha batallado con los llamados proyectos de frontera, como Sajalin, dice el señor van de Veer que analizó los problemas que tuvo que enfrentar y aprendió dos lecciones básicas.

“Ante todo, subestimamos la frontera y el nivel de su complejidad, lo cual nos tomará más tiempo para enderezarlo”, dice. “Se necesita más preparación en profundidad”.

La segunda es que cuando se invierte en proyectos de frontera, el grupo tiene que negociar un porcentaje mucho mayor de beneficios por contingencia, subraya el señor van de Beer. “Es una tontería que no hicimos”.

Wolfgang Ruttenstorfer, presidente y jefe ejecutivo de OMV, el grupo de energía austríaco, asumió un punto de vista diferente. La semana pasada, gastó US$13 millardos en la adquisición de Verbund, el grupo de electricidad líder de Austria, alejando así a OMV del petróleo.

 “El lugar para OMV cambió. La energía se está desplazando hacia los que cuentan con los recursos. El petróleo no es la fuente predominante de energía para los próximos 100 años; el gas pudiera asumir ese papel. Tenemos que decidir adonde vamos en medio de circunstancias cambiantes”, dice. “Esa es la razón de nuestra fusión con Verbund”.

Pero en Italia, Paolo Scaroni, jefe ejecutivo de ENI, mantiene su enfoque en lograr el acceso a las reservas de petróleo y gas. “Con el fin de justificar [compartir] la reserva de petróleo, podemos ofrecerle a los países una asociación en el desarrollo del país, por ejemplo, darle electricidad a Nigeria”, dice. En Angola, ENI ofreció más. ENI y sus socios -que incluyen Total, de Francia, SINOPEC, de China y Sataoil, de Noruega- le ofrecieron al país US$900.0 millones por el bloque 15, para el cual ganó el derecho de exploración de petróleo la semana pasada, confirmó el señor Scaroni.

“El costo de entrada puede que sea mayor, pero usted contará con las reservas. Si no ofrece eso, usted no existe”, dijo el señor Scaroni.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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