MANUEL JIMENEZ
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Los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe y de Ecuador, Rafael Correa, se enfrentaron ayer en un duro intercambio verbal en el marco inicial de la XX Cumbre del Grupo de Río, donde el primero acusó al segundo de buscar un acuerdo político con la FARC.

Uribe, incluso, dio lectura a documentos en poder de las autoridades colombianas, según los cuales, Correa habría sostenido contactos, a través de emisarios, con el fenecido líder guerrillero Raúl Reyes, segundo hombre al frente de las FARC.

Correa calificó de “falacias” las acusaciones de Uribe y prometió designar una comisión independiente para  investigar la denuncia de su homólogo colombiano,  que las FARC habrían contribuido económicamente con su campaña a la presidencia.

Uribe dio a conocer una serie de supuestas cartas de los altos líderes de las FARC que revelarían nexos del movimiento con altos funcionarios del equipo de Correa y dejó entrever que esos acuerdos habrían incluido apoyo al líder nacionalista ecuatoriano. “Aquí están estas cartas”, dijo Uribe  durante su intervención inicial en la sesión plenaria de la Cumbre.

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Cartas

El presidente Uribe explicó que las cartas de Reyes estaban dirigidas al jefe máximo de las FARC, Manuel Marulanda, en las que el líder rebelde menciona, entre varios contactos con Ecuador, “la ayuda electoral entregada a Rafael Correa”, en las elecciones.