El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, afirmó este jueves que la presidencia del país no es un trabajo para mujeres y que ha desaconsejado a su hija Sara, alcaldesa de la ciudad de Davao, que opte al cargo en las elecciones del próximo año.
«Le he dicho a mi hija que no se presente porque la compadeceré si pasa por lo que yo pasé. Este cargo no es para mujeres. La configuración emocional de una mujer y un hombre es totalmente diferente. Te convertiría en un idiota», declaró Duterte durante un discurso de inauguración de una autopista en Manila retransmitido por las redes sociales.
El mandatario ha sido acusado de sexista en repetidas ocasiones por sus comentarios y hace dos años enardeció el movimiento feminista del país al insistir en dar un beso en los labios a un mujer en un acto público.
La carrera política de Duterte despegó cuando la presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, lo nombró vicealcalde de Davao en 1986, después de la llamada Revolución del Poder del Pueblo, que supuso el exilio del dictador Ferdinand Marcos y el ascenso de Aquino a la presidencia, que ocupó hasta 1992.
Filipinas tuvo otra presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, que ocupó el cargo entre 2001 y 2010 y que es una de las aliadas más influyentes del actual jefe del Estado.