MIAMI (EEUU) (EFE).- Jean-Claude «Baby Doc» Duvalier, el depuesto dictador haitiano que reside en París, desde 1986, dijo a un canal de televisión de Miami que quiere volver a su país «tan pronto como sea posible».

En una entrevista concedida a Michele Gillen, del canal local WFOR-CBS4, Duvalier afirmó anoche que no hay ningún obstáculo que impida su retorno y expresó que ese ha sido su deseo desde 1990 y que ahora, más que nunca, siente que podrá cumplir ese anhelo.

Añadió que hasta ahora no ha vuelto «porque tengo mis razones que no rebelaré a la prensa».

Duvalier agregó que había solicitado a las autoridades haitianas un pasaporte diplomático hace algunas semanas cuando el presidente Jean-Bertrand Aristide aún estaba en el poder.

Al responder a la pregunta si contemplaba la posibilidad de postularse como presidente para gobernar Haití, dijo: «eso no está en mi agenda».

Sin embargo, Duvalier aseguró que desea ayudar a Haití de cualquier manera.

«Es mi país. Estoy listo para ponerme a la disposición del pueblo de Haití», señaló.

El depuesto dictador calificó los recientes acontecimientos en su país como «un capítulo oscuro en la historia de Haití» y agregó que estaba «angustiado» y «preocupado» por el futuro de esa nación caribeña.

Asimismo, Duvalier alabó la «rápida acción de la comunidad internacional» y la presencia de los marines estadounidenses en Haití.

A comienzos de 1991, nada más llegar al poder por primera vez Aristide, se estudió la solicitud de extradición de Duvalier a Francia, a la vez que se confirmó la presentación de una demanda por el robo de 800 millones de dólares y que probablemente tenía en distintos bancos de Estados Unidos, Suiza y Francia.

Jean-Claude Duvalier se hizo cargo de la presidencia vitalicia en 1971, al morir su padre, Francoise Duvalier «Papa Doc», quien llegó al poder y se erigió como dictador en 1957.

Con «Baby Doc» el autoritarismo alcanzó su máxima expresión, pero en enero de 1986 se vio obligado a declarar el estado de sitio ante el caos interno que reinaba en Haití.

Su intento desesperado de ahogar las crecientes protestas populares contra su gobierno no dio resultado, y el 7 de febrero de 1986, Duvalier huyó a Francia, donde reside, en un avión militar de Estados Unidos, tras negarle varios países asilo político.