POR NELSON GÓMEZ
El lunes 16 de agosto la República Dominicana experimentó una transformación muy importante desde el punto de vista de la percepción de la gente sobre la situación del país, lo que coloca al Dr. Leonel Fernández y al Partido de la Liberación Dominicana ante una situación delicada desde el punto de vista del manejo de su imagen.

En su discurso el presidente habló muy claro sobre la austeridad y el sacrificio que debemos asumir para tratar de levantar este país languideciente. El pueblo aplaude cuando se dice que no habrá gastos en cosas que no sean indispensables y, probablemente, se piense en la publicidad como algo que ni siquiera debería mencionarse en estos momentos de crisis profunda.

Pero resulta que el PLD tiene de frente a unos opositores muy buenos en comunicación y propaganda y no se dormirán en tratar de deslucir a esta nueva gestión para intentar remontarse en el poder lo más antes posible o no perder su representación en el Congreso y los ayuntamientos.

Este cuadro obligará a los morados a diseñar su propia estrategia de comunicación para defenderse del los blancos y rojos que dirán a partir de ahora que los “comesolos” no saben gobernar o cualquier otro argumento político. Es muy difícil ver a los perredeístas hablar de proyecto de país junto a los peledeístas o de un gobierno de unidad nacional después de la derrota del 16 de mayo pasado.

Por estas razones no será extraño que el gobierno de Leonel invierta en publicidad, prensa y relaciones públicas a pesar de la bancarrota gubernamental. Es muy sencillo: si promueve sus logros y proyectos el PRD o el PRSC los acusará de derrochadores, y si no lo hace le dirán que no han hecho nada.

En esta Sociedad de la Información no se puede pensar en un gobierno sin comunicación fluída y manejada a la altura de las exigencias de una población interactiva. Los peledeístas han aprendido bastente de esto y montaron una estructura de comunicación muy efectiva para su campaña electoral.

El Presidente, como buen comunicador, trazó la pauta de lo que viene y oportunamente dió a conocer un eslogan que resulta de una transformación del que le colocó en la cima: “E’ pa’ fuera que van”. Proclamó “E’pa’ lante que vamos” en el mejor escenario, un día después de que brigadas de rotuladores montaran los lienzos con esta frase en grandes vallas y puentes.

No hay dudas de que el gobierno entrante va a cacarear sus huevos. El mismo 16 los periódicos publicaron un espacio publicitario del PLD anunciando “Al pueblo dominicano.

Para que no se olvide…” y más adelante desglosan un panorama desolador del país, advirtiendo esta situación para que los dominicanos comprendan el desafío que les espera.

Los clásicos publicitarios dicen que “el que se anuncia en tiempos de crisis sale de la crisis sin crisis”, y está claro que Leonel va a proteger su imagen y la de su partido, sabiendo que dentro de dos años necesitará exhibir fortaleza electoral para tratar de conquistar una mayor cuota en el Congreso y los ayuntamientos, de modo que pueda gobernar con holgura legislativa y tener mayor apoyo en los municipios.

Ahora bien, hacer publicidad en tiempos como este no es tarea de improvisados ni de compañeros que monten publicitarias e imprentas para resolver su problema personal. Es un asunto de profesionales expertos y responsables que tengan algún sentimiento por esta gestión porque, de lo contrario, presenciaremos más de lo mismo con anuncios hechos a la carrera, colocados en medios y programas de adeptos que muchas veces no tienen el rating adecuado.

El marketing gubernamental es una especialidad que no todos los mercadólogos y publicistas dominan y, por lo que parece, el nuevo gobierno lo va a necesitar para no caer en una comunicación reactiva.

Para que la gente acepte publicidad y propaganda en medio de esta miseria casi colectiva debe tenerse muy en cuenta que la misma obedezca a una estrategia de comunicación bien diseñada por los mejores expertos del área y, sin lugar a dudas, el PLD tiene una larga historia de educación y práctica en este sentido, por lo que cuenta con técnicos muy buenos a los que podría encomendarle una tarea tan delicada.