Echarse a la Bartola

Echarse a la Bartola

-Usted debe divertirse, salir de paseo, beber varias copas de vino, irse de viaje. Los problemas de nuestro país “seguirán ahí” por mucho tiempo; si toma una vacaciones, cuando regrese encontrará las cosas “en el mismo punto”. Usted escribe acerca de asuntos ingratos que ocurren en RD y en todo el mundo. Son temas importantes; es obligatorio que nos ocupemos en ellos. Las vidas de miles de hombres de hoy están condicionadas por crisis monetarias, guerras locales azuzadas o intervenidas por extranjeros, por flujos masivos de emigrantes que pugnan por romper las fronteras nacionales. Agregue usted los abusos que cometen los políticos, en nuestro país y en muchos otros.
-Todos los hombres deben afrontar con responsabilidad los problemas sociales que le rodean, aunque no sean periodistas, sacerdotes, ni funcionarios. Pero así como son inexcusables los deberes, también hay que subrayar los derechos. Hoy se habla continuamente de “derechos humanos”. Estos derechos pasaron por una penosa historia de luchas, antes de alcanzar validez jurídica, filosófica, institucional. No deseo mencionar estos “derechos”; nada más quiero advertirle: se vive sólo una vez. En esa única vida han de caber obligaciones y deberes, lo mismo que placeres y alegrías. La salud del cuerpo se conserva mediante el ejercicio de “ocupaciones felicitarias”: disfrutar de paisajes hermosos, de buena música, de comidas sabrosas.
-Las conversaciones amables, las reuniones con amigos y familiares, favorecen la digestión, el ritmo cardíaco y quién sabe si también “regulan el metabolismo” ¡Póngase al aire libre! ¡Camine descalzo por alguna playa en Samaná! Es necesario librarse de la esclavitud de rutinas sociales, laborales, de las perniciosas costumbres políticas de nuestra “isla de sol y cocoteros”. De asuntos colectivos es conveniente pasar a asuntos individuales; a aquellos que no tienen que ver con «opiniones personales”.
-Dedíquese a respirar “a pleno pulmón”, a mirar los árboles como si hubiesen sido plantados “para uso de sus ojos”. Disfrute de su buena salud, que no es un bien permanente entre personas que tienen nietos. Escribir artículos en periódicos es “una actividad menor”, que podría muy bien ser aplazada. Haga caminatas, duerma más horas, consuma muchas frutas, despreocúpese del reloj. Mire los acontecimientos como un espectador más. ¡Hágame caso, échese a la Bartola!

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