Ecocidio deriva en homicidio

Ecocidio deriva en homicidio

Bienvenido Montilla

El vituperable asesinato del ecologista Francisco Ortiz Báez por enfrentar valientemente a camioneros depredadores que extraen materiales de construcción de las riberas del río Tireo, en Constanza, es un crimen que no debe ser olvidado como un cotidiano suceso ni desplazado por una nueva noticia; sino condenado constantemente por toda la población hasta que los ecocidas y homicidas reciban el peor de los castigos.

Si las autoridades responsables de velar por la protección de las cuencas, lechos y bordes de nuestros ríos no actúan con drasticidad, muy pronto no habrá agua, ni para beber. Es evasiva la respuesta del ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, un experto economista, pero lego ecologista, afirmando que el ministerio carece de personal para cuidar los más de mil ríos dominicanos. Esta columna reitera que ríos y bosques pueden, perfectamente, ser vigilados con drones y defendidos por miembros del Ejército.

Le puede interesar: Juan Bautista Rojas Almanzar, ícono y orgullo de Salcedo

Publicaciones Relacionadas

Más leídas