POR DOMINGO ABRÉU COLLADO
Durante la semana del 19 al 25 de junio del 2006 se celebrará en la República Dominicana el IX Congreso Latinoamericano de Botánica, un evento que reunirá más de dos mil representantes del Caribe, América del Sur, Centroamérica, Estados Unidos y Europa.

Entre las actividades que se realizarán durante el Congreso estarán conferencias, simposios, talleres, cursos, mesas redondas, excursiones y exposiciones de carteles.

Los temas a tratar versarán sobre taxonomía y sistemática, florística, botánica económica, etnobotánica, botánica estructural, fitoquímica, briología, micología, fitogeografía, ecología, fisiología, propagación, genética, biología molecular, bioprospección, políticas y estrategias de conservación de la biodiversidad, colecciones históricas, conservación en jardines botánicos, paleobotánica y educación.

Los objetivos del IX Congreso Latinoamericano de Botánica son la contribución en la difusión del conocimiento global sobre la flora nativa latinoamericana, la formulación y desarrollo de acciones hacia la conservación y el manejo sostenible de la flora nativa de la región.

Estos congresos se iniciaron en 1972, organizándose el primero en México, a cuyo cargo estuvo la Sociedad Botánica de México. A partir de ese año estos congresos se han estado celebrando sistemáticamente cada cuatro años, recibiendo en cada ocasión los aportes de los mejores investigadores de la flora de América Latina, El Caribe y Europa.

Estos grandes encuentros han producido asimismo grandes frutos organizativos, tales como la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Jardines Botánicos, la Red para la Conservación de los Jardines Botánicos del Caribe, el Grupo Etnobotánico Latinoamericano, la Red de Herbarios de Mesoamérica y el Caribe, además de fortalecer a las organizaciones botánicas de los distintos países participantes.

El montaje del que será el Noveno Congreso Latinoamericano de Botánica está a cargo de un Comité Ejecutivo presidido por el licenciado Milcíades Mejía, director del Jardín Botánico Nacional, la doctora Sonia Lagos Witte, el licenciado Ricardo García, el ingeniero César Rodríguez y la licenciada Daisy Castillo. Pero además participan un comité de apoyo internacional con representantes de todos los países de América Latina y El Caribe, un comité científico, un comité de gestión, otro de prensa y promoción, uno de finanzas, un comité de protocolo, otro para las excursiones y uno para las publicaciones.

La decisión de que fuera la República Dominicana la sede del Noveno Congreso de Botánica en el 2006 fue una de las resoluciones del congreso celebrado en Cartagena de Indias, Colombia, en el 2002.

¿QUÉ BENEFICIOS APORTA UN CONGRESO DE BOTÁNICA?

Cuatro años de investigación botánica en 20 países, por lo menos, es suficiente trabajo como para dar a conocer lo último sobre la diversidad de la flora en nuestros respectivos países. Permite conocer, además de sus funciones ecológicas -estudiadas a lo largo de decenas de años- las utilidades que pueden éstas aportar en función de la curación de enfermedades, recuperación de la flora perdida, mantenimiento de hábitat de especies animales, mejoramiento de la alimentación, prevención de la degradación del ambiente y de los diferentes hábitats, controlar el crecimiento de especies erróneamente movidas desde su hábitat (introducción), obtención de subproductos y otros muchos beneficios.

Sin embargo, lo más probable es que para los ecologistas no sea lo más importante el beneficio que pueda obtenerse exclusivamente para los seres humanos, quienes todavía ven el mundo como un complemento a su existencia, sino el beneficio regional y planetario de los conjuntos botánicos (bosques, hábitats, nichos, etc.) que hacen posible la vida y la diversidad.

En un congreso de botánica podemos darnos cuenta de la verdadera situación por la que atraviesa el planeta en términos de cobertura vegetal, de pérdida de especies, de nuevas especies descubiertas, de nuevas asociaciones, de nuevas utilidades y de las nuevas alternativas para la protección de los espacios todavía utilizados por las familias vegetales.

Pero también, un congreso de esta naturaleza nos pone en conocimiento de las posibilidades económicas con que cuenta una nación en cuanto al manejo de su flora.

BUSCANDO RESPALDO PARA EL CONGRESO

«Durante estos meses, miembros del equipo organizador tocarán algunas puertas buscando apoyo para este proyecto. Sabemos que no estamos en una época de abundancia, sino más bien de austeridad. Pero no los dejemos con las manos vacías. Hay muchas formas de mostrar una actitud solidaria con un proyecto de esta envergadura. En el corazón del dominicano siempre hay un espacio para la generosidad». Esas fueron palabras de don Enrique Armenteros al presentar a la prensa un esbozo del proceso de organización del Noveno Congreso Latinoamericano de Botánica, y quien además resaltó «de una manera especial el rol fundamental que desempeñan los medios de comunicación social para el éxito de un evento de esta naturaleza. Consciente de ello, les solicito de corazón a cada uno de ustedes y a los medios que representan, que den un amplio respaldo a esta importante iniciativa. Sin duda alguna, esta es una forma eficaz de incorporarse a la lucha en defensa de nuestro patrimonio natural».

Don Enrique Armenteros, quien es el Presidente Honorífico del Noveno Congreso Latinoamericano de Botánica señaló que «desde hace décadas, sin que hubiera de por medio promoción, premios o reconocimientos, los asuntos relacionados con el medio ambiente y los recursos naturales han sido una prioridad en mi vida. A ellos les he dedicado recursos económicos, tiempo, entusiasmo, energía».

Agregó el señor Armenteros que tiene la firme creencia de que «esta es la mejor contribución que cualquier hombre -independientemente de su origen, condición, raza o credo- puede hacer en favor de las futuras generaciones».

REFORESTAN EN QUITA ESPUELA

El comité ecológico «La Caoba», de las empresas Bon, realizó una jornada de reforestación en la zona que apadrinan en la Loma Quita Espuela, de San Francisco de Macorís, durante la cual fueron plantados arbolitos de diversas especies, con el objetivo de fortalecer este entorno ambiental, considerado como una de las reservas naturales más importantes del país, la cual produce el agua potable y de regadío del nordeste.

La actividad fue encabezada por el licenciado Jesús Moreno, presidente de las empresas Bon; José Moreno, vicepresidente de Mercadeo; Ana Angélica Moreno, directora de relaciones públicas, así como empleados de Bon y familiares de éstos.

El licenciado Moreno dijo que esta reserva es visitada anualmente por más de 3 mil personas y que a través de la Fundación Loma Quita Espuela los moradores de esta zona han adquirido conciencia sobre la importancia de la preservación de este bosque, y para tales fines han formado un equipo de vigilancia.

Indicó que otro beneficio obtenido es una mayor credibilidad tanto a nivel nacional como internacional, donde científicos criollos y extranjeros hacen constantes descubrimientos sobre la biodiversidad allí existente.

Refirió que la fundación que preside tiene 13 años realizando una labor permanente de preservación de esta zona boscosa, y que tiene como expectativa la estabilidad económica mediante un fondo patrimonial y el fortalecimiento de la capacidad administrativa para eficientizar los procesos.

En la Reserva Loma Quita Espuela hay 639 especies de plantas pertenecientes a 338 géneros y 108 familias, con un 12 por ciento de especies endémicas, 24 variedades de insectos, 9 especies de anfibios, de los cuales 7 son endémicos, 18 variedades de reptiles, con 13 de ellos endémicos, 58 especies de aves y 6 especies de mamíferos.