Ecología 
El uso sostenible de las aguas subterráneas

Ecología <BR><STRONG>El uso sostenible de las aguas subterráneas</STRONG>

POR DOMINGO ABREU COLLADO (1)
Un llamado urgente para la prevención y uso responsable de las aguas subterráneas es lo que ha salido como principal resultado de la reunión sostenida por científicos y académicos de 50 países celebrada en Alicante, España, en el que participó el ingeniero Osiris de León representando a la República Dominicana mediante la Academia de Ciencias.

Convocados al Simposio Internacional Sobre el Uso Sostenible de las Aguas Subterráneas (ISFWAS), efectuado en la Universidad de Alicante, los participantes han pedido “la participación de los ciudadanos, los gestores y la comunidad científica para un uso responsable del agua”, según un reportaje de la agencia EFE de fines de enero de este año.

Los científicos, reunidos en torno al recurso más importante del mundo, prepararon un documento que nombraron “Declaración de Alicante”, en el que solicitan de todos los países la implementación de estrategias de gestión hídrica integral para lograr el abastecimiento actual necesario de agua, pero sin poner en riesgo el abastecimiento futuro, lo que ha dado por llamarse aprovechamiento sostenible, modalidad que todavía no se practica en la República Dominicana.

La Declaración de Alicante enfoca siete recomendaciones fundamentales para garantizar el aprovechamiento futuro de las aguas subterráneas. La primera de esas recomendaciones es la “necesidad de elaborar estrategias más amplias de gestión hídrica, uso del suelo y desarrollo energético que reconozcan plenamente la importante función de las aguas subterráneas en el ciclo hidrológico”.

La segunda recomendación es “una mejor caracterización de los acuíferos, su interconexión con las aguas superficiales y los ecosistemas, y una mejor comprensión de la respuesta del sistema hidrológico a los impactos derivados de causas tanto naturales como humanas”.

Como recomendación tercera, los científicos sugieren “ampliar la comprensión de los derechos de uso del agua subterránea, sus reglamentos, políticas y usos”.

Una cuarta recomendación es “convertir el mantenimiento y la restauración del equilibrio hidrológico en un objetivo a largo plazo de las estrategias regionales de gestión del agua”.

La quinta recomendación es “mejorar la capacidad y el saber científicos, de ingeniería y de aplicación de tecnologías en los países en vías de desarrollo”.

La recomendación número seis sugiere “implantar programas de seguimiento constante de las aguas subterráneas, y desarrollar las instituciones locales para mejorar la gestión sostenible del agua subterránea”.

Por séptima y última recomendación, los participantes en el Simposio Internacional Sobre el Uso Sostenible de las Aguas Subterráneas (en Alicante) sugieren “trabajar para que los ciudadanos puedan reconocer la función esencial de las aguas subterráneas en su entorno social y la importancia de su uso responsable”.

La esperanza ecologista en torno a las recomendaciones indicadas es que no se conviertan en letra muerta y los funcionarios responsables puedan darle el debido seguimiento.

La vulnerabilidad de los acuíferos

Lo anteriormente expuesto, eso de las recomendaciones de los científicos en Alicante, no es la primera voz elevada internacionalmente llamando a la protección de las aguas subterráneas vista la precariedad o la inexistencia de medidas precautorias en la mayoría de países del mundo.

Un trabajo preparado hace algunos años por Sigilfredo Jiménez Hecheverría, de Cuba, expone la situación en términos mundiales. a continuación citaremos algunas partes de dicho trabajo.

“La importancia de las aguas subterráneas, tanto para el abastecimiento doméstico, así como industrial, es incuestionable. En el continente iberoamericano, según HIRATA & REBOUCAS (1999) fue estimado que en 1987 más de 100 millones de personas utilizaban este recurso. El número crece cada día, como consecuencia de la rápida urbanización y de la expansión económica que experimentan los países de la Región, así como de las relativas ventajas que presentan el uso de este recurso con relación al de las aguas superficiales”.

“Pero, si bien es absolutamente real la importancia que tiene las aguas subterráneas, la misma no es tomada en consideración en muchas ocasiones para el mantenimiento de su calidad natural. Pocos países del continente poseen algún tipo de política que asegure la protección de ese recurso contra la contaminación y la sobreexplotación, lo cual resulta agravado por el hecho de que    en un acuífero contaminado nunca más podrá ser restablecida su calidad original”.

“Sobre la base de esta realidad, se deriva la necesidad de que los países del continente inicien un programa sistemático de protección de acuíferos, pues de no hacerse así puede ser inminente la pérdida del recurso y de las inversiones hechas en el mismo. Para esto debe tenerse muy en cuenta que para una administración ambientalmente segura de las aguas subterráneas, la mejor práctica es proteger el recurso antes de su contaminación”.

¿Qué se hace en Norteamérica y Europa?

Los países de Norteamérica y de Europa tienden a optar por la creación de programas de protección de las aguas subterráneas ante la contaminación antrópica basados en el establecimiento de la Zona de Protección Sanitaria o Perímetro de Protección de Pozos (ZPS o PPP) y de los mapas de Vulnerabilidad de los acuíferos. El primero, que tiene como centro del estudio el pozo de abastecimiento, presenta como principal objetivo el establecimiento de un radio de protección, alrededor del mismo, mientras que en el segundo, más amplio, se debe definir la susceptibilidad del acuífero a la contaminación a través de mapas de vulnerabilidad, así como mediante la determinación de la importancia del acuífero para el abastecimiento de agua”.

“Tanto una técnica como la otra presentan restricciones para una real protección del recurso hídrico subterráneo. Algunas de las mayores restricciones de la técnica de la ZPS son las incertidumbres y dificultades objetivas para la obtención de datos confiables de la dinámica de los acuíferos. La confección de Mapas de Vulnerabilidad, aunque mucho más flexible, no presenta la exactitud necesaria para establecer una protección efectiva de los puntos de captación. Por lo tanto, una posible estrategia debe ser el uso coordinado de los mecanismos, tomando también en consideración el control de la ocupación territorial. Teniendo en cuenta lo anterior, es luego de un análisis crítico destinado al establecimiento de las limitaciones y ventajas de cada una, cuando se presentan algunas estrategias que permitan el uso conjunto de estas técnicas”.

SOS-tenibilidad, ¿es eso?

Un SOS estremece las redes de la información por la invasión -la tercera- al Parque Nacional del Este. El mismo SOS advierte los planes contra el Parque Nacional Jaragua.

Otro SOS retumba clamando por los manatíes, expulsados por el ruido de los veloces botes de motor llevando turistas a La Palmilla, también en el Parque Nacional del Este. Es el mismo SOS que llama desesperadamente por los manatíes de Barahona y su acoso hacia la extinción.

Un SOS clama por información ante un proyecto turístico, habitacional, de diversión o quién diablos sabe y de nombre Cadaques, por instalarse también en los que fueron terrenos del PNE. En tanto, un SOS adicional advierte sobre la intrusión salina en las aguas subterráneas del litoral este como consecuencia de la sobreexplotación llevada a cabo por los hoteles, resorts y otras instalaciones turísticas.

Suena otro SOS por las cuevas de Boca de Yuma en manos de italianos que no optemperaron por un informe que les advertía sobre el correcto uso y manejo de éstas, para luego cargarse partes de una de ellas.

Un SOS todavía retumba por evitar la captura de delfines y su utilización esclava en los nuevos parques acuáticos “de diversión”. Otros SOSs por el vertedero de Rafey en Santiago, por la contaminación del Yaque del Norte, por la captura y venta de iguanas, por la eliminación de árboles en Santo Domingo, por la pérdida del Cinturón Verde… en fin.

¿Será eso la SOS-tenibilidad a la que tendremos que acostumbrarnos?… de vivir de SOS en SOS hasta el fin de nuestros días? ¿Nos viene de ahí la sostenibilidad propagada?