Economía americana
Depresión y desempleo hispano   

<STRONG>Economía americana</STRONG> <BR>Depresión y desempleo hispano   

La oligarquía y la burocracia de Estados Unidos han decidido recargar exclusivamente el coste de la crisis económica y financiera nacional e internacional sobre el fondo de consumo de las clases trabajadoras, en particular los migrantes hispanos, tras el fracaso de las políticas fiscales y monetarias de estimulación de las actividades empresarias y estabilización de las operaciones financieras.

Esta política de intensificación de la transferencia de renta del asalariado al empresariado, en especial el capitalista financiero, ha consistido básicamente en la baja de los costos y puestos de trabajo y la contracción de las compensaciones y erogaciones sociales, a los fines de recomponer la tasa promedio de rentabilidad empresarial y reestructurar las fuentes de paga  de las deudas federales y estatales.

De mayo de 2009 a mayo de 2010, la tasa de desempleo general subió a 16,6% de 16,4%, a raíz de la suma algebraica de la subida simultánea de las tasas de paro oficial a 9,7% de 9,4% y desahucio a 1,3% de 1,2% y la bajada ligera de la sub-ocupación a 5,6% de 5,8%.

En el caso particular de los trabajadores latinos, la tasa de desocupación ascendió a 12,9% de 11,8%. 

En el último año, las empresas privadas y las administraciones gubernamentales lograron recortar la plantilla laboral en más de un millón de trabajadores por un valor cercano a 40 mil 860 millones de dólares; mientras que desde el primer trimestre de 2009 hasta el primer trimestre de 2010, los ingresos laborales cayeron de 64,10% a 61,97% de los ingresos nacionales. 

El endeudamiento estatal incurrido para cubrir el déficit fiscal en gran medida ha obedecido a la intervención estatal de rescate de las corporaciones bancarias y financieras, en desmedro de las partidas presupuestarias de los sueldos de los empleados, los subsidios corrientes a los hogares pobres y los servicios colectivos de salud, educación, transporte y asistencia social en general.

En el corriente año 2010, se espera que las actividades productivas y empresarias no describan una fase cíclica de los negocios.

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