Economía americana
Depresión y consumo

<STRONG>Economía americana<BR></STRONG>Depresión y consumo

La pronunciada baja de la demanda de consumo, sin compensación en las demandas inversora y exportadora, en Estados Unidos, muestra la tendencia depresiva del ciclo de los negocios económicos y financieros, pese a las tentativas estatales de suba del gasto familiar mediante transferencias de fondos fiscales e  inyecciones de liquidez al sistema monetario y crediticio.

Desde marzo de 2008 a marzo del corriente 2009, las ventas minoristas de bienes y servicios mercantiles se han desplomado 9,4%, en total, o 6,0%, con exclusión de los automóviles.  Según datos anualizados,  el número de autos vendidos se ha derrumbado 32,6% a 5,05 de 7,49 millones de unidades. 

En las pasadas cinco semanas, comprendidas entre 1 de marzo y el 4 de abril, la mayor parte de los grandes establecimientos de ventas al detalle registró decrecimiento en los ingresos brutos. Por ejemplo, Target: -2,3%, Cotsco: -2,7%, J C Penney: -5,4%, Gap: 5,8%, Nordstrom: -10,1%, Limited Brands: 11,9% y Saks: -24,2%. En consecuencia, sólo algunas grandes tiendas declararon incremento en sus valores nominales de venta, tales como Wall-Mart: 2,5% y Kohl’s: 0,5%.

La bajada de la capacidad de compra de la canasta de consumación de la gran mayoría de las familias estadounidenses obedece en realidad a la creciente distribución de las rentas y riquezas nacionales, garantizada por una intervención de Estado favorable a los intereses y proyectos del gran capital empresario y financiero.

Este proceso de desfondamiento del fondo de consumo y ahorro de las capas de trabajadores asalariados, cuentapropistas y pensionados pretende repuntar las tasas de ganancias e inversiones de una minoría de accionistas, inversores y banqueros, en base al ascenso de la tasa de desempleo, el descenso de la tarifa salarial real y el recorte de los programas y gastos sociales y comunitarios.

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