Economía americana
Recesión, consumo y crédito

Economía americana<BR>Recesión, consumo y crédito

La recesión de la economía estadounidense, con tendencia hacia la depresión, se comprueba claramente por la curva descendente, en los últimos años, de la variación anual porcentual del producto bruto interno -PBI-, así como del gasto de consumo personal, componente equivalente a casi 70,0% de dicho tipo de producción. Estas caídas en picada del valor agregado nacional y de la demanda consuntiva privada expresan en realidad la bajada de la rentabilidad promedio de las empresas, a raíz de la sobre-acumulación de capitales y la sub-consumación de los trabajadores. Durante la última administración gubernamental de Busch, se observa que los empresarios tuvieron que realizar una mayor tasa de  inversión privada, pese a la obtención de una menor tasa de producción bruta, al mismo tiempo que las  crecientes tasas desalarización de las clases trabajadoras no lograban recomponer las decrecientes tasas de ganancia media de las corporaciones nacionales y transnacionales. El consumo tiende a decaer a causa de la combinación de la suba del coeficiente de desempleo, la baja de las tarifas salariales reales y la multiplicación de hogares con patrimonio neto negativo, es decir con posesión de adeudos de hipotecas por encima de los precios de las viviendas compradas, en circunstancias adversas de agotamiento de los subsidios gubernamentales y escasez de crédito al consumo y la inversión. Las contadas transferencias corrientes de los gobiernos federal y estatal a los hogares pobres y grupos indigentes se agotan en la medida que los altos déficit de las cuentas fiscales nacionales y locales y los cuantiosos desembolsos por concepto de pago de intereses y gastos de guerra amenazan con arribar a la cesación de repagas de deudas públicas.

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