El disparo hacia arriba de la tasa de desempleo y el rodamiento hacia debajo de la tasa salarial real indican claramente el recorrido de la sub-fase recesiva a la depresiva del ciclo de los negocios en Estados Unidos.

En julio del corriente 2008, en comparación con igual mes del año pasado, la tasa de desocupación laboral aumentó a 5,7% de 4,7%, al mismo tiempo que el salario privado por hora promedio cayó 1,55% a 17 dólares con 20 centavos. Esta debacle del empleo y el salario ha afectado también la fuerza de trabajo hispana o latina, la cual registró un coeficiente de desempleo de 7,4% el mes anterior, es decir 1,7% más que la media nacional.

En el transcurso del año, la plantilla laboral no agraria ha sufrido el crudo recorte de 463 mil puestos de trabajo, incluyendo los 51 mil correspondientes al anterior mes de julio, no obstante el incremento de 25 mil de la nómina gubernamental.

En el segundo trimestre del año en curso, las empresas privadas chapearon sus costos salariales reales y  compensaciones laborales reales respectivamente 4,3% y 1.9%, con el firme propósito de compensar la declinación imparable de la tasa de rentabilidad media desde 2006. Este movimiento en sentido contrario entre subida al saltos de la tasa del desocupación salarial y de la bajada a marcha forzada de la tasa de remuneración laboral ha influenciado tanto el ritmo de la actividad económica como el de la demanda consuntiva.

Entre abril y junio de este año 2008, las tasas de crecimiento anualizadas del producto bruto interno -pbi- y del consumo personal  alcanzaron sucesivamente 1,9% y 1,5%, gracias al auxilio fiscal del gobierno federal a hogares proletarios, fondeado con endeudamiento, de 91,1 mil millones de dólares.