El fracaso de la gestión gubernamental y la política de salud pública de Leonel Fernández y el PLD se  observa claramente en la imparable rebaja de las partidas presupuestarias reales destinadas a gastos de salubridad nacional y la reiterada paga de sueldos miserables a las enfermeras graduadas y auxiliares.

Entre 2007 y 2008 el presupuesto particular de salud ha bajado aproximadamente a 6,5% de 7,9% de los gastos totales del gobierno central, así como a 1,3% de 1,6% del producto bruto interno (PBI); mientras las enfermeras han sobrevivido en la pobreza y la miseria con remuneraciones salariales equivalentes a  menos del 42,0% del costo promedio de la canasta familiar de consumo de bienes y servicios mercantiles en la ciudad de Santo Domingo.

Los sueldos nominales mensuales de las enfermeras graduadas oscilan generalmente entre 11 mil y 12 mil pesos, en tanto que los de las enfermeras auxiliares rondan poco más o menos entre 7 mil 500 y 8 mil pesos.

Estas miserables cotizaciones de la fuerza de trabajo de servidores estatales en hospitales, clínicas y centros sanitarios no permiten cubrir los valores de las diferentes cestas familiares de consumación básica, establecidos de manera infravalorada por el propio Banco Central, en base a datos mal recopilados y, luego, muy mal elaborados sobre los índices de precios al consumo en zonas urbanas y rurales. En tal sentido, en los últimos meses transcurridos de este año, resulta ridículo el tenaz esfuerzo de poda silenciosa de dichos índices llevado a cabo por la gobernación central bancaria, a sabiendas de la unánime protesta manifestada cada día contra la rapaz inflación, por la inmensa mayoría de trabajadores, consumidores y empresarios.

En octubre del corriente 2008, los sueldos de las enfermeras graduadas alcanzaron apenas  el 41,6% del coste de 28 mil 864 pesos del canasto del Distrito Nacional.