¿Economía de derecha o economía de izquierda?

¿Economía de derecha o economía de izquierda?

Las políticas económicas que se implementan en los países se catalogan en función de la escuela que impone la dirección y orientación de esas políticas. Si lo que se impone es la corriente que prefiere mercados imperfectos a gobiernos perfectos estamos frente a economistas liberales; si por el contrario, lo que predomina es la corriente que pide a los gobiernos que guíen los mercados, entonces se trata de economistas intervencionistas.

Pero la existencia de escuelas económicas, que dividen a los economistas, no puede llevarnos a considerar que existe una economía de derecha y una economía de izquierda. Para los griegos, que fueron los creadores de la palabra, la economía implicaba la administración recta y prudente de los bienes y esta definición no se presta a ser interpretada como de derecha o como de izquierda.

En ese sentido, Giovanni Sartori, reputado profesor de la Universidad de Florencia y de la Universidad de Columbia, tomando como referencia a Hegel, señala, en su libro ¿Qué es la Democracia?, que la economía se refiere a la esfera de la necesidades y con las necesidades no hay que bromear. Sostiene que hemos bromeado mucho con las necesidades, considerando y sosteniendo que hay una economía de derecha y una economía de izquierda. Para Sartori esta es una de las tantas tonterías del pensamiento ideológico.

La economía, según el distinguido profesor, designa, por un lado, un conjunto de actividades productivas de bienes y servicio, y por el otro, un criterio: producir económicamente, es decir, al menor costo posible, ahorrando, en el gasto y ganando en la venta. En función de este criterio la economía debe marchar con ganancia para ser tal, de manera que una economía que marcha sin ganancia, que pierde, es una economía no económica y, al final, no es economía, según el punto de vista de Sartori.

Al referirse a la llamada economía social, Sartori señala que ésta pide que el imperativo económico esté acompañado por un rostro humano y temperado por razones del corazón. Esto introduce un elemento nuevo en el análisis. Ya no se trata meramente de producir sino también de distribuir. Y cuando de producir se pasa a distribuir (las ganancias recabadas por ese producir), entonces se sale de lo económico y se entra en lo ético político, según Sartori.

Sartori es considerado como uno de los más sólidos protagonistas del debate político contemporáneo. Para él, la economía se tiene para producir riqueza. En cambio, la distribución o redistribución de la riqueza le corresponde, en concreto, a la política. Son las distribuciones las que pueden ser declaradas de derecha o de izquierda, según Sartori, pero la política solo puede distribuir riqueza si la economía la produce. «Si la economía no funciona, la política no tiene nada que distribuir y termina por distribuir pobreza… Si antes no hay que comer, solo podemos dividir el hambre».

Para Sartori, el limite entre buena y mala economía se establece por la competencia: «quien queda sujeto a reglas competitivas, está en la economía; quien la viola, se sale de la economía. En economía la regla férrea es que quien se equivoca deber pagar».

El desempeño de un gobierno se mide en gran medida por el resultado de la política económica. Esta política tiene como objeto la economía y sus objetivos se expresan en resultados medibles. Sartori argumenta que en política, y eso basta, el momento de la verdad es aplazable, y la verdad, con frecuencia, se puede oscurecer. Pero en política económica cuando llega el momento de la verdad no es posible ocultarla ni aplazarla. Es lo que ha ocurrido en República Dominicana con el gobierno de Hipólito Mejia. Durante un tiempo pudo ocultar la verdad de su incompetencia hasta que la verdad de los resultados de su política económica lo desnudó antes el país.

En definitiva, el cálculo económico no es ni de derecha ni de izquierda.

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