Los que estiman el monto de la corrupción lo hacen de manera indirecta  -con rigurosidad no hay manera de saberlo- se apoyan en que existe una tasa óptima internacional de corrupción que no es cero y a la que deberíamos aspirar; las referencias son Chile y el 4% del PIB. En realidad nadie sabe si el porcentaje es mucho o es poco, lo cierto es que se trata del método usado para decir que la corrupción en República Dominicana será de RD$64 mil millones al finalizar   2009. El resultado tiene utilidad práctica, sirve para comparar y comprobar que la corrupción se ha deteriorado en el gobierno del PLD.

Se recuerda que cuando Leonel Fernández tomó el poder en 1996, frente a la Biblia, y en ese momento todos los dominicanos lo vieron por televisión, juró solemnemente que si no acababa con la corrupción por lo menos la llevaría a su mínima expresión, estimando de inmediato que ascendía a RD$26 mil millones de pesos. Lo que ha hecho hasta el momento es aumentarla en dos puntos porcentuales del PIB, el incremento ha sido por RD$38 mil millones de pesos.

Existe un mercado de corrupción, indelicadeza, ineficiencia burocrática, como se llame, que el gobierno del PLD no tiene forma de negar, porque abrumadoras son las evidencias. Los cargos burocráticos en la administración peledeísta son altamente rentables, no son muchos los funcionarios públicos que viven del salario.

La magnitud del mercado de la corrupción  y el aumento de la deuda pública van de la mano. Cuando Ulises Heureaux asumió el poder por primera vez en 1882, la deuda era de US$3.9 millones, luego de cinco gobiernos la dejó en US$34.1 millones en 1899. Los préstamos malos se multiplicaron (el de Westendorp  para cubrir déficit fiscal y para el ferrocarril Santiago-Moca; el empréstito Belga para cubrir déficit fiscal), también los compromisos internos que tomaron la forma de vales y bonos para cubrir obligaciones con comerciantes. Cuando Leonel Fernández volvió al poder en agosto de2004, la deuda pública era de US$9,594 millones y para final del 2009 se estima en US$20 mil millones. En 15 años Ulises Heureaux la multiplicó 8.7 veces, en promedio 0.58 veces por año;   Leonel Fernández la multiplicó dos veces en cinco años, en promedio 0.40 veces por año. Es poca la diferencia.

Ulises Heureaux estimuló el mercado de la corrupción, para él era normal, no perdía su tiempo prestando atención a las críticas, siguió la práctica de acumular recursos para luego, cuando estuviera abajo, hacer oposición. En el gobierno del PLD sucede lo mismo, se minimizan las denuncias con lo que se legitimiza la corrupción. Con lo que no contaban la gente del PLD es que el incremento del mercado de la corrupción por RD$38 mil millones de pesos, de muy mala manera está afectando la credibilidad del partido en el poder, la imagen del Presidente y la precaria gobernabilidad que se tiene. En las elecciones congresuales y municipales venideras, el pueblo cobrara al Presidente Fernández y al PLD el costo de haber aumentado el mercado de la corrupción.

22 de julio de 2009.