Hacia una economía nacional desprotegida avanza la República Dominicana si se consuma la mutilación de los parques nacionales y otras reservas naturales. Esta opinión se desprende del análisis realizado por la licenciada María de los Angeles D.Ocampo, ex Directora del Programa de Conservación de Parques, y quien fuera la persona responsable en el manejo de fondos de la Unión Europea destinados a la habilitación ecoturística de algunos parques nacionales, entre ellos el Parque Nacional del Este.
A juicio de la Licenciada D.Ocampo «ninguna alternativa puede asegurar mejor el desarrollo que la existencia y la permanencia de los espacios naturales protegidos. Y no digáis que su destrucción es el precio necesario al desarrollo. Es el precio del derrotero, del contrasentido y de la pérdida definitiva de una de las ventajas comparativas más extraordinarias que tiene la República Dominicana: la riqueza de su biodiversidad y su extraordinaria belleza escénica, así como el papel que estas variables desempeñan en el desarrollo nacional».
D.Ocampo considera que «la sociedad dominicana en su conjunto y los organismos internacionales que han contribuido a consolidar los parques nacionales, deberán de hacer un esfuerzo adicional para sostener la institucionalidad del Sistema Nacional de Areas Protegidas, evitando actuaciones que lesionen su territorialidad.»
La ex-directora del Programa de Conservación de Parques agrega lo siguiente: «El expediente del Parque Nacional del Este es particularmente importante en la medida que propicia y abre una caja de pandora cuyas resonancias alcanzarán las áreas protegidas con algún vestigio de línea de costa y quizás tampoco se detengan ante los parques de alta montaña que nos protegen el agua y la Biodiversidad.»
En relación con la institucionalidad de las áreas protegidas la técnica ambiental califica como «paradójico que en una administración que tanto esfuerzo ha desplegado para realizar una reforma institucional del sector medio ambiental, que superó en complejidad a la aprobación de la Ley 64 00; que ha dotado a este sector de una visión integradora del desarrollo ecológico y socio económico; que ha realizado la mayor inversión en la historia de las áreas protegidas para promover y facilitar el ecoturismo, se encuentre hoy enfrentada al hecho de tener que defender la territorialidad de un parque nacional que es el mejor exponente de lo que un espacio natural puede contribuir al desarrollo local regional y nacional. Insólito… pero cierto.»
[b]Crecimiento turístico en el Parque Nacional del Este[/b]
«En el año 1990, cuando el Parque Nacional del Este iniciaba su andadura hacia el ecoturismo con 14,654 visitantes al año, preveíamos su crecimiento futuro y para ello se elaboraron un conjunto de proyectos para asegurar los accesos, las infraestructuras y el equipamiento necesario. De igual manera, también se previó su protección a través de investigaciones puntuales. Durante este período se realizaron grandes esfuerzos para asegurar el financiamiento de estas actuaciones con organismos nacionales e internacionales.
«En el año 1995, el ecoturismo en el Parque Nacional del Este solo representaba el 6% del total de visitantes extranjeros que llegaban a la República Dominicana que ya ascendía a 80.374.
«En el año 2003, el número de personas que visita el Parque Nacional del Este asciende a 309,589 personas, es decir, el 43% de todos los visitantes que acceden a las áreas protegidas del país y el 125% de los visitantes extranjeros que se alojan en el eje Bayahibe La Romana.
«Este número considerable de visitantes supone una media diaria de 848.2 visitantes por día durante todo el año. El Parque Nacional del Este es el mejor promotor del desarrollo turístico de la región y de las provincias de la Romana, La Altagracia.
«Los representantes de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes y la Asociación de Hoteles de Bayahibe así lo confirman públicamente como también podrían afirmar que las relaciones que han sostenido con la Secretaría de Estado de Medio Ambiente para normar y canalizar estas visitas para una mejor protección y gestión del parque, se han realizado de la manera más abierta y colaboradora.
«La tasa de crecimiento de la ocupación hotelera entre los años 2002 03 a nivel nacional fue de 7.1%. La zona de Bayahibe La Romana registró una tasa de crecimiento 7.8%. Eso significa que la tasa media de ocupación hotelera pasó de 73.3% en el año 2002 a 80.5% en el año 2003. De las 8 zonas de mayor desarrollo turístico de la República Dominicana, Bayahibe y la Romana solo es superada por el área de Bávaro en el 2003.
«La tasa de llegada de turistas al país ha crecido en un 19.5% entre el 2003/02; lo que representa un crecimiento significativo del sector turístico tradicional. El nivel de visitantes a las áreas protegidas creció en el mismo período en un 48.8%. El ecoturismo ha dejado de ser una actividad marginal. En el año 2003, el numero de personas que visitaron los espacios protegidos de la República Dominicana, ascendieron a 721,908, es decir el 26.2% del total de visitantes que entran en el país vía aérea.»
[b]La economía pesquera[/b]
En términos generales pero precisos «la llegada de 721,908 visitantes al año genera para el Estado una media de recursos en los últimos 4 años del orden de RD$8,400.000. No obstante, los mayores beneficiarios de estas visitas son los diversos sectores y las comunidades aledañas debido a los efectos multiplicadores de esta visitación. Esta dinámica se registra en el crecimiento de la población de Bayahibe, la Romana y Boca de Yuma, la movilidad poblacional, el nivel de empleo, el crecimiento de pequeños negocios de venta de pescado, colmados, pequeños supermercados, cafeterías, servicios, restaurantes, ventas de artesanías, transporte, etc. El Parque Nacional del Este ha producido una dinámica social que crece de manera sostenida.»
Pero otro factor económico a contemplar es la pesca. Los datos que ofrece María de los Angeles D.Ocampo son más que ilustrativos.
«Las áreas pesqueras de mayor importancia del país están asociadas a lugares donde la plataforma marina alcanza su mayor extensión y donde se encuentran ecosistemas marinos en excelente estado de conservación.
«Los rendimientos de la pesca en las plataformas tropicales oscila entre 2.0 y 5.0 tm/km2 (tonelada métrica por kilómetro cuadrado). La plataforma marina del entorno del Parque Nacional del Este tiene una superficie de 540 km2. Los rendimientos de esta plataforma son de 2.2 tm/km2. Estos rendimientos solo se han superado en el país por la Isla Beata en el Parque Nacional Jaragua cuyo rendimiento es de 2.3tm/km2. En términos comparativos, la productividad de leva de la Isla Saona y de la Isla Beata supera en 1.5 veces la productividad de pesca promedio de la plataforma dominicana. Es necesario señalar aquí que la productividad señalada para las zonas de Saona y Beata proviene de las aguas inferiores a los 180 mts de profundidad por las técnicas rudimentarias de pesca que caracterizan a la región. La diversidad de especies y la elevada calidad de sus capturas le aseguran un alto valor comercial que podrían incrementarse si mejorasen las técnicas hacia profundidades superiores a los 180 mts.
«El aporte a la producción pesquera nacional del entorno del Parque Nacional del Este oscila entre un 11 y un 15% de la producción nacional registrada.
La pesca de la región se le distribuye a los hoteles y restaurantes del área inmediata pero también a las zonas de Bávaro, Juan Dolio y Boca Chica. Estas dos últimas han perdido diversidad biológica en los últimos 20 años.
«Esta productividad, diversidad de especies y alto valor comercial de las mismas está relacionada a la calidad de los ecosistemas existentes. Los bosques de manglares aportan a esta productividad entre 7.3 y 9.0 tm/ha de materia orgánica. Si la extensión de los bosques de manglares de los litorales y las Lagunas del Parque Nacional del Este ascienden a 1,110 ha multiplicadas, por el mínimo aporte de productividad (7.3) generaría unas 81.03 tm/km2 de materia orgánica arrojada sobre las aguas del entorno del Parque Nacional del Este.
«Los arrecifes de corales del Parque del Este son abundantes y rodean en barreras cruzadas a la Isla Saona, y el paso del Canal de Catuano. Además, otra barrera de 20km2 de largo se extiende a menos de 1,000 metros de la costa desde la Romana hasta Punta Catuano. Estos arrecifes de coral son extremadamente productivos por la ausencia de turbidez y las condiciones ambientales del entorno marino. Son en realidad, inmensos productores de peces que las corrientes marinas distribuyen en toda la zona que nos ocupa y más allá.»