¿Economía dominicana en crisis?

¿Economía dominicana en crisis?

Una facción de la oposición pretende vender la idea de una economía en grave crisis, que el gasto y la supuesta dilapidación de recursos en la gestión del presidente Leonel Fernández ha llevado al país a una catástrofe,  y todo con el objetivo de sembrar el pesimismo, de manchar la obra de gobierno de los últimos ocho años  y  de crear un cisma entre el presidente Danilo Medina y el presidente del partido, presentando a este gobierno como heredero de un caos fiscal y presionando al mandatario a que explique al país la supuesta magnitud del desastre.

Nada más alejado de la realidad. La economía dominicana, a pesar de la ralentización global, mantiene fundamentos firmes. No puede hablarse de una economía en crisis que está creciendo a una tasa de 3.8%, con inflación acumulada de apenas 1.71% y estabilidad relativa del tipo de cambio.

No se puede hablar de una economía en crisis cuyas exportaciones totales aumentaron 4.8% en el primer semestre, los ingresos por turismo 6.3%, las exportaciones de zonas francas 7.9% y la inversión extranjera directa aumentó de US$979.9 millones en el primer semestre de 2011 a US$2,397 millones en este año.

Es cierto que existe un déficit fiscal, no el cacareado por la oposición, y un preocupante déficit eléctrico alimentador del primero; pero bajo ningún concepto el balance presupuestario representa un peligro para la estabilidad o la sostenibilidad fiscal. A junio de este año, avalado por la misión del FMI, el déficit del sector público no financiero alcanzó el 3.3% del PIB y podría concluir este año, en el peor de los escenarios, en un entorno entre 4.0-4.7% del PIB. ¿Si la situación del país en tan grave  como se explica que las agencias clasificadoras no degraden nuestra calificación de riesgo y nuestros bonos exhiban los menores niveles de spread?

 Actualmente la mayoría de las naciones, por efecto de la crisis financiera global y los estímulos fiscales de 2008, exhiben altos déficit y niveles de deuda pública. No es coincidencia que el déficit fiscal en 2011 alcanzó en Francia  -5.2% del PIB, Estados Unidos -9.6%, España de 8.9%, Japón de 10.1%, Inglaterra 8.6% y en esta región, Costa Rica tuvo el pasado año un déficit equivalente al 5% del PIB  y Colombia 4%.

Obviamente es saludable, para mantener el país en la senda de la sostenibilidad fiscal, reducir el déficit del sector público y para ello será necesario implementar una reforma fiscal para aumentar las recaudaciones, frente a una presión fiscal insuficiente para cumplir las metas de la Estrategia Nacional de Desarrollo,  mejorar la calidad del gasto, además de tomar medidas heroicas con la finalidad de enfrentar el déficit del sector eléctrico.

La reducción del déficit fiscal es una tarea factible en un periodo entre 2-3 años, como recientemente declaró el Gobernador del Banco Central, y de hecho las pasadas autoridades demostraron que eso es posible. En 2003, en el clímax de la grave crisis, el déficit del sector público no financiero alcanzó el récord de 6.3% del PIB, sin embargo la Administración Fernández logró reducirlo al 3.5% del PIB en 2004 y en 2007 obtuvo un superávit equivalente al 0.1% del PIB. A partir de 2007 varias tormentas, causantes de daños multimillonarios, el más grave choque mundial de los precios en 2008 y la recesión global a partir de 2008 fueron los detonantes principales del deterioro fiscal, además de las políticas expansivas por tres elecciones consecutivas.

Los que ayer fueron incapaces de preservar la estabilidad con una economía mundial en auge, y ahora pretenden echar lodo sobre la gestión del Dr. Leonel Fernández, serán derrotados nueva vez por este gobierno de Danilo Medina, que como su predecesor, en medio de un panorama global adverso, consolidará el crecimiento con estabilidad y va a disminuir la inequidad social y la pobreza.

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