Por Henri Hebrard
Con muchísima razón, en ocasión de su discurso de rendición de cuentas del pasado 27 de febrero ante la Asamblea Nacional, el presidente de la República, Luis Abinader, rindió un muy merecido homenaje a la espectacular contribución del sector Zonas Francas en 2023: “Las zonas francas siguen viviendo su mejor momento. Este sector estratégico de la economía dominicana continúa registrando resultados extraordinarios, y los datos disponibles este último año así lo evidencian.”
En momentos cuando el país está a punto de iniciar un nuevo ciclo de grandes reformas con el fin de lograr que todos los dominicanos alcancen un mayor bienestar y prosperidad, sin que nadie se quede atrás esta vez, se entiende indispensable reafirmar que las zonas francas, al igual que el turismo, tendrán un papel esencial en el éxito (o no) de esta ambiciosa visión de un desarrollo mucho más sostenible. En este sentido, queremos compartir nuestras optimistas reflexiones plasmadas en tres artículos: el presente, sobre la extraordinaria resiliencia del sector frente al COVID y el espectacular crecimiento entre 2019 y 2023; un segundo artículo, para considerar como una leyenda urbana el actual cálculo del gasto tributario asignado a las zonas francas, y así evitar tomar decisiones adversas a la visión de desarrollo sostenible del sector para los próximos años; y, finalmente, en una tercera entrega, como acelerar el potencial de crecimiento de las zonas francas dominicanas a corto y mediano plazo, aprovechando la ola de nearshoring que está llevando a numerosos grupos internacionales considerar relocalizar en República Dominicana sus actuales y futuras operaciones industriales y de logística.
De acuerdo a los datos oficiales de la Dirección General de Aduanas (DGA), las exportaciones de bienes de las zonas francas superaron por 1ª vez en la historia el nivel de US$8,000 millones en 2023, al crecer un +3.8% con un valor exportado que pasó de US$7,765.49 millones (2022) a US$8,060.03 millones (2023). Esta contribución adicional por unos US$294.54 millones fue especialmente bien recibida, ya que, durante este mismo período, el resto de las exportaciones (nacionales más otros regímenes especiales) sufría una muy fuerte contracción de un -16.1%, al pasar de US$4,616.09 millones (2022) a US$3,873.37 millones (2023); en otras palabras, las zonas francas lograron compensar un 39.6% de la contribución negativa del resto de las exportaciones (-US$742.72 millones), permitiendo de este modo que la caída total de las exportaciones quedara en -3.6%, lo que compara menos desfavorablemente que la caída de un 16.1% excluyendo las zonas francas.
Pero más significativo aún resulta comparar el desempeño de las zonas francas con el último año completo antes del COVID, cuando, en 2019, se habían exportado US$6,001.18 millones; en otras palabras, el crecimiento medido entre 2019 y 2023 alcanza +34.3%, equivalente a una contribución adicional valorada en US$2,058.85 millones, mientras, en este mismo período, el resto de las exportaciones dominicanas sufría una sensible contracción de un -5.0%, al pasar de US$4,077.96 millones (2019) a US$3,873.37 millones (2023) equivalente a una pérdida de -US$204.59 millones. En otras palabras, durante los pasados cuatro años, las zonas francas explican el 111% del crecimiento de las exportaciones totales (+US$1,854.26 millones entre 2019 y 2023) que en conjunto crecieron en un +18.4%, al pasar de US$10,079.14 millones (2019) a US$11,933.40 millones (2023). Dicho de otra manera, sin esta contribución tan positiva de las zonas francas, las exportaciones dominicanas hubiesen cerrado 2023 por debajo de su nivel de antes de COVID-19, como se puede observar en la Tabla 1 a continuación.
Tabla 1 – Exportaciones anuales (en US$) de 2019 a 2023
Y como resultado, la participación de las zonas francas en el valor total de las exportaciones creció de manera muy significativa, al pasar de un 59.5% (2019) a un 67.5% (2023), mientras apenas se ubicaba en un 57.4% del total en 2013, lo que evidencia el papel creciente y cada vez más fundamental de las zonas francas en la oferta exportadora dominicana.
Sin duda alguna, esta extraordinaria resiliencia del sector zonas francas fue posible gracias a la implementación exitosa de políticas público-privadas muy bien articuladas, gracias a la cada vez mas intensa y estrecha colaboración entre el Ministerio de Industria y comercio y MIPYMES (MICM), el Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE) y la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA).
Como resultado de esta visión conjunta, se observa una diversificación muy positiva de las exportaciones, tanto desde un punto de vista de los rubros que conforman la oferta exportable desde las zonas francas, como a nivel geográfico. De acuerdo a las estadísticas de la DGA, el crecimiento en valor de US$2,058.85 millones entre 2019 y 2023 se puede desglosar de la manera siguiente (ver Tabla 2 continuación):
Tabla 2: Desglose del crecimiento de las exportaciones hasta diciembre 2023
Fuente: Elaboración propia con datos de Dirección General de Aduanas (DGA)
De la tabla anterior, se pueden destacar los logros siguientes:
- cuatro (04) rubros superan ahora los US$1,000 millones anuales contra apenas uno (01) en 2019, o sea se juntan a los Equipos Eléctricos (cap.85): los Dispositivos Médicos (cap.90), que alcanzan ahora US$1,545.74 millones y un crecimiento espectacular de un 55.5% vs. 2019, y que permite que la República Dominicana se ubique en el Top 10 de los exportadores a nivel mundial en este rubro; el Tabaco (cap.24) que cerró 2023 en US$1,198.26 millones al crecer en un 29.7% vs. 2019, confirmando de este mundo su posición de número 1 mundial; y finalmente, las Manufacturas Textiles (cap. 51 a 63) que alcanzaron US$1,048.88 millones, al crecer en un 32.4%, lo que confirma la transformación exitosa de este rubro hacia segmentos de mayor valor agregado (fullpack) y la inserción en mejores cadenas de valor (exportaciones a través de Haití);
- cinco (05) rubros logran crecimiento acumulado que superan el 100% como excelentes ejemplos de esta diversificación en la oferta exportable: Aluminio y sus manufacturas (Cap.76) que crece +239.4%; Jabón y detergentes (Cap.34) con +197.4%; Plástico y sus manufacturas (Cap.39) con +166.8%; Manufacturas Diversas esencialmente cepillos de todos tipos (Cap. 96) con +129.4%; y, Equipos y Maquinarias (Cap.84) con +101.0% gracias a las exportaciones de válvulas y otros equipos de grifería;
- los productos Agroalimentarios (cap. 1 a 23) que lograron crecer en un 34.7% al pasar de US$321.88 millones (2019) a US$433.69 millones (2023) gracias al extraordinario crecimiento en un 179.2% de las exportaciones de Frutas (Cap. 08) que pasaron de US$50.61 millones (2019) a US$141.30 millones (2023).
Todo lo anterior demuestra que las zonas francas han continuado escalando hacia rubros de mayor valor agregado: el Banco Central de la República Dominicana acaba de publicar que la contribución positiva de las zonas francas en la balanza de pagos se ha disparado, al pasar el excedente comercial (exportaciones menos importaciones) desde US$2,297.9 millones (2019) a US$3,077.7 millones (2023) equivalente a un crecimiento de un +33.9% en apenas cuatro años, con lo que este excedente comercial representa hoy en día el 38.6% del valor exportado por las zonas francas, su mejor resultado de los pasados diez años.
En cuanto a diversificación geográfica (ver Tabla 3 más abajo), si bien las exportaciones hacia Estados Unidos concentran el 73.8% del valor total exportado gracias a un crecimiento de un 33.9% entre 2019 y 2023, el Resto del Mundo (excluyendo Haití y Puerto Rico) presenta un crecimiento muy superior de un 47.0% al pasar de US$947.54 millones (2019) a US$1,392.70 millones (2023), lo que demuestra un claro dinamismo de estos nuevos destinos, gracias a la excelente conectividad del país.
Tabla 3: Exportaciones anuales por principales destinos (12 meses a diciembre)
Fuente: Elaboración propia con datos de Dirección General de Aduanas (DGA)
Finalmente, estos extraordinarios resultados del sector zonas francas demuestran que hoy en día, el principal atractivo del sector ya no es una mano de obra poca calificada con salarios bajos (lo que pudo haber sido hace unos veinte años atrás) sino, todo lo contrario, una mano de obra cada vez más profesionalizada y con crecientes niveles de productividad, como lo demuestra la evolución reciente de la razón “valor exportado por empleo directo”: de acuerdo a las estadísticas de exportaciones de la DGA y las publicaciones del CNZFE en cuanto a empleo, mientras el valor exportado por empleo directo solo había logrado crecer en un 7.7% entre 2013 y 2019, al pasar de US$31,553 (2023) a US$33,990 (2019), se había disparado en un 29.2% entre 2019 y 2023 al alcanzar ahora un valor promedio de US$40,774 (2023).
Tabla 4: Razón Valor Exportado vs. Empleos Directos
Fuente: Elaboración propia con datos de DGA y CNZFE
De hecho, además de haber contribuido al crecimiento del valor exportado, estas ganancias en productividad han permitido una fuerte revalorización del salario mínimo de referencia del sector zonas francas, el cual ha pasado desde US$168.73 (12-2013) a US$217.14 (12-2019) para un incremento nominal de un 28.7% entre 2013 y 2019, y alcanzar ahora un valor de US$281.81 (04-2024) o sea un incremento adicional de un 29.8% entre 2019 y 2024; en otras palabras, el salario mínimo de referencia del sector zonas francas acumula un crecimiento de un 67.0% entre 2013 y 2024. Como comparación, el salario promedio de la economía dominicana reportado por la Superintendencia de Pensiones (SIPEN) solo registró un crecimiento de un 25.2% entre 2013 y 2024 al pasar de US$448.65 (12-2023) a US$561.69 (02-2024).
En resumidas cuentas, todo la anterior demuestra, no solamente la extraordinaria resiliencia del sector zonas francas, sino sus aportes cada vez más valiosos a la economía dominicana, tanto a nivel macro (generación de divisas y balanza de pagos), como a nivel del ciudadano de a pie con ganancias importantes en término de mayores y mejores empleos en las 28 provincias del país que albergan parques de zonas francas. Queda claramente establecido que, en ausencia de las zonas francas, el desempeño pos-COVID de la economía dominicana no hubiese sido tan estelar, por lo que, al momento de emprender discusiones sobre una ronda (necesaria) de reformas estructurales, es de vital importancia no promover cambios que pudiesen descarrilar la trayectoria tan exitosa del sector zonas francas. Para el futuro sostenible e incluyente de la economía dominicana, sin zonas francas, no hay paraíso.