Antes y después del licenciado Danilo Medina llegar a la presidencia de la República, se habló mucho de los enormes recursos que la gestión del doctor Leonel Fernández Reyna gastó durante su gestión. Especialmente durante el último tramo de su gobierno.

Eso llevó a que el ex presidente tuviera que emplearse a fondo dando explicaciones al pueblo sobre lo que se entendía como un despilfarre de los fondos del Estado.

Contrario a esta situación, el Presidente Medina asumió el poder hablando de comedimiento y de manejo de los recursos con muchas restricciones.

Sin embargo, la realidad es que este manejo apretado de la economía ya se está tornando en una molestia muy enojosa para el pueblo por entenderse que ha durado más de lo debido.

La gente está al grito por doquiera.

El comentario es que no hay dinero, que todo está paralizado y que esto está muy malo.

El fenómeno es que el pueblo empieza ahora a hacer comparaciones entre la gestión pasada y la presente, y ya lo que se empieza a percibir y decir es que “antes estábamos mejor”.

La gestión de Danilo Medina empieza a ser vista como un Gobierno pijotero y que se ha vuelto un puro buchipluma.

También lo que se observa es la existencia de un sistema en el Estado parecido al del embudo: funcionarios y gentes del Presidente viviendo un estilo de vida muy holgado, mientras que en el pueblo no hay dinero ni oportunidad para nadie fuera de ese círculo de poder.

Es bien sabido que en la psicología dominicana el tacaño no es muy bien visto en parte.

Sin lugar a dudas que ese tanto apretar las cosas puede llegar a dañar para siempre la imagen de la gestión Danilo Medina.