Economía expuesta recesión del  consumo

Economía expuesta recesión del  consumo

Por David Rosenberg*
Ninguna expansión económica ha dependido más del crédito y el apalancamiento que la que hemos estado experimentando desde 2001. Pero siempre fue un problema de  “cuándo” y  no de “si” este mercado agresivo, movido por la liquidez, agotaría sus energías.

Y así ha sido: se ha quedado sin fuerzas. Las tensiones contra el sistema que empezaron con la agitación por las hipotecas subprima se han expandido no solo en la deuda basura, sino en la deuda corporativa de alto grado, al sector de hipotecario de primas, y más allá de las fronteras de Estados Unidos, hasta los fondos de cobertura de Europa y Australia.

El impacto económico de estas tensiones es probable que tenga un largo alcance, con un crecimiento más débil en el producto interno bruto, resultados más pobres en las corporaciones de EEUU, y una posible recesión importante en el consumo.

En la medida que los prestadores se vuelven más cautelosos, la liquidez reducida debe aplacar la actividad económica en momentos en que la economía estadounidense ya se ve vulnerable.

El crecimiento subyacente del PIB se desacelerado c poco más de 2%. El crecimiento del gasto familiar es todavía más débil, cerca de 1%

Hemos sometido a una pruebas de estrés nuestro modelo para permitir precios para las acciones corrientes mucho más bajos, diferenciales de créditos más amplios y una nueva caída en los precios inmobiliarios.

Estas nuevas suposiciones cambian significativamente el panorama económico. El crecimiento real del PIB recibirá un golpe notable, y creemos que el consenso de 2.5%-3% de crecimiento en los próximos trimestres sigue siendo muy alto. Vemos el crecimiento real del PIB en 1.5% en 2008, inferior a nuestro primer pronóstico de 2.3%, e inferior a una esperada tendencia este año de 1.8%

Podríamos ser testigos de la primera recesión del consumo en 17 años durante el primer semestre de 2008. Es probable que el consumidor reciba el primer golpe del impacto de un efecto riqueza deprimido que viene de precios más bajos para viviendas y acciones. La peor de nuestras variables representa  un cuadro de una “tormenta perfecta” para los consumidores: un impuesto de US$130 millardos por la gasolina a US$4 por galón; una combinación de pérdidas por US$3200 millardos en los valores la las viviendas y los portafolios de acciones corrientes.

Creemos que el crecimiento en el gasto del consumidor promediará 0.5% en 2008, un descenso significativo de nuestro primer estimado de 2.2%. Esperamos descensos en las compras de los consumidores de productos duraderos de “facturas altas” durante la mayor parte de 2008, con los puntos más débiles del ciclo que se sentirán durante  el primer semestre del año próximo.

Las corporaciones están sintiendo los dolores de un crédito más ajustado. Ahora vemos ingresos por operaciones por acción para 2008 en US$92 (menos de lo US$97 de antes), es un declive de 1.1% de la cifra de US$93 que esperamos ver en 2007. Este sería el primer descenso anual desde 2001.

Puesto que pronosticamos que las tasas de utilización de la industria caerá de cerca de 82% ahora a 77% a finales de 2008, el poder de precios corporativo, en general, también se espera que retroceda, aunque retardando el crecimiento del salario y los precios del petróleo limitados por el rango, deben impedir que los márgenes caigan.

En las próximas semanas, la Reserva Federal deberá desplazar su atención de la inflación y concentrarse más en la inestabilidad de los mercados financieros.

En nuestra opinión, la Fed reducirá las tasas de interés antes de los que dice el consenso y de lo que esperan actualmente los mercados -si la debilidad económica continúa y el nerviosismo en los mercados financieros se sostiene. Como resultado, hemos desplazado el relajamiento de las tasas de interés para octubre, aunque esto es un riesgo, porque la Fed, por tradición, no recorta hasta que el dolor resulta intolerable.

Como ocurrió en los dos ciclos de activos de inicios de los 90 ya hace seis años, vemos recortes profundos, con una caída en la tasa de fondos a 3.75%, a mediados de 2008. Esto continuaría provocando carreras en los bonos.

Si miramos hacia 2009, vemos la recuperación clásica en U que sigue a una burbuja, la recuperación en desarrollo, mientras los esperados recortes en las tasa de interés chocan contra el ajuste en las normas del crédito. Con el efecto retardado de las distensiones de la Fed y rendimiento más bajos en los bonos, además de una limpieza completa de los excesos inmobiliarios, el crecimiento deberá recuperarse en 2.5%

Pero por el  momento, damos la bienvenida a una nueva fase económica: una en la cual el crecimiento se retarda lo suficiente para generar descensos en el ingreso per cápita real y en una tasa de desempleo asecendente.

Los amenazadores recortes en las tasas de la Fed funcionarán como un amortiguador, pero puesto que no queda nada por reflacionar, no habrá más ajustes fáciles.

*El autor es jefe económico para América del Norte de Merrill Lynch.

VERSIÓN AL ESPAÑOL IVÁN PÉREZ CARRIÓN

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