Por Jude Webber
En Buenos Aires
La imagen del presidente Néstor Kirchner ha sufrido golpes en las últimas semanas, después  que la escalada de un escándalo por corrupción le costara el puesto a tres funcionarios del gobierno argentino, y que la violencia se desatara en su provincia natal.

Kirchner podría tener que encarar nuevas  malas noticias en las elecciones del próximo domingo por la alcaldía de Buenos Aires, una carrera que hasta ahora está dominada por la oposición, en la cual el candidato del presidente, el ministro de Educación Daniel Filmus, dista mucho de tener asegurado un espacio para la segunda vuelta.

Una derrota de Filmus sería un golpe fuerte para su jefe y para el Partido Peronista, previo a las elecciones presidenciales de octubre, si bien en absoluto sería un golpe fatal. “Sería grave, pero no cambiaría el resultado de las elecciones [presidenciales] del 28 de octubre, dice Ricardo Rouvier, un analista político y encuestador.

Kirchner ha estado provocando a los electores con la posibilidad  de que en lugar de buscar él un segundo periodo, su esposa, Cristina Fernández, un senadora poderosa, pudiera postularse para la presidencia.

Respaldado por una economía fuerte y ante una oposición sin brillo, podría esperarse que cualquiera de los dos obtuviera una victoria fácil. 

Fuertes asociaciones políticas similares    funcionaron en Argentina anteriormente: Evita, la muy popular esposa del presidente Juan Domingo Perón se concentró en la agenda para los pobres en los años de 1940. La tercera esposa de Perón, Isabel, llegó a la presidencia después de la muerte de Perón en 1974, hasta que fuera derrocada por un golpe militar en 1976.

Sin embargo, Cristina Fernández se considera por muchos  una personalidad política fuerte, por sí misma, y se ha visto a Kirchner elogiando cada vez con más frecuencia sus cualidades de liderazgo.

No obstante, las elecciones para elegir el alcalde de la capital -una tarea de muy alto nivel, que implica estar a cargo del tercer mayor presupuesto del país- podría consolidar las credenciales de un hombre que se piensa tenga la mirada puesta en las elecciones de 2011.

Mauricio Macri, quien cuenta con una ventaja cómoda, por delante de Filmus y el alcalde actual, Jorge Telerman, ha tenido el cuidado de enfocar su campaña en temas locales como la seguridad, el transporte, y la recogida de basura, y de evitar la confrontación con el gobierno nacional en las vísperas de lo que podría resultar en una cerrada segunda vuelta.

“Una victoria de Macri le daría la oportunidad de demostrar si es capaz de gobernar, y de concentrar una fuerza moderna de centro-derecha en el país para competir [en 2011]”, dijo Carlos Germano, un consultor.

Por su parte, el presidente Kirchner ha enfrentado recientemente mala publicidad, que incluye la violencia y una prolongada huelga de maestros en su provincia de origen, Santa Cruz, donde sigue siendo sumamente influyente. Sin embargo, Graciela Romer, una encuestadora observa que cerca de la mitad de los que piensan votar por Macri se estaban inclinando por  Kirchner en las elecciones de octubre, en una elección presidencial que gira toda en torno a la economía.

En los cuatro años que lleva Kirchner en el cargo, el producto interno bruto ha crecido 33% y la pobreza casi se ha reducido a la mitad.

La intervención del gobierno en las cifras sobre la inflación para  tratar de ocultar aumentos preocupantes  en los precios ha vuelto inútiles los últimos datos, si bien por ahora el factor “me siento bien”, sigue estando a favor del presidente.

El caso de corrupción a altos niveles sobre “pagos indebidos” en el contrato de un gasoducto también salpicó al gobierno, provocando que fueran despedidos dos funcionarios, y la renuncia de un tercero. No obstante, la mala imagen reciente todavía no augura males mayores para Kirchner.

 “La ética se hace  importante cuando la economía empieza a andar mal”, dice Romer.

VERSION IVAN PEREZ CARRION