Economía Gobierno–FMI, según Rimas de Bécquer

Economía Gobierno–FMI, según Rimas de Bécquer

Las declaraciones del FMI y las reacciones del gobierno hacen retrotraer la IV composición de “Rimas y Leyendas” del eximio poeta postromántico español del siglo XIX, Gustavo A. Bécquer, presagiando la existencia de la poesía “Mientras la ciencia….no alcance las fuentes de la vida… Mientras la humanidad…avanzando no sepa a dó camina”.

Esto así al no percibir de instancias nacionales e internacionales participantes en formulación de nuestra política económica respuestas contundentes que evidencien internalización plena que mientras exista déficits originados en gastos excesivos habrá endeudamiento.

El FMI acaba de afirmar que nuestra economía crece, aconsejando “reducir las necesidades de endeudamiento” por consumir la mitad de lo nacionalmente producido; y, agregamos, proporción similar de las recaudaciones.

Esta reiterada verdad ya de Perogrullo tardíamente enfatizada por FMI fue respondida por el gobierno con un arrullo retórico: sus intenciones de ajustar gastos para reducir déficit.

Pero el presupuesto 2015 sometido por el gobierno no evidencia eso. Contiene previsiones de gastos corrientes – burocracia, subsidios, servicio a deuda, etc – exactamente igual a los ingresos: RD$ 450 mil millones; financiándose gastos de capital y amortizaciones con endeudamientos y en medio de percepciones de sobreestimación de ingresos.

Como al mismo tiempo el FMI aconseja no reducir gastos de capital, no percibimos como se puede reducir déficits sin disminuir gastos corrientes y así prescindir de endeudamientos.

Ciertamente el FMI sugiere aumentar ingresos para este fin. Pero ello requiere cambiar radicalmente los criterios que han predominado en las últimas reformas tributarias: imponer más tributos y aumentar tasas. Estos criterios han incrementado informalidad y evasión, mermando las recaudaciones en lugar de aumentarlas como se esperaba; contrario a experiencias nacionales que han aumentado recaudaciones mediante simplificaciones tributarias para hacer más justo, racional y fluido el sistema vigente.

De seguir con los criterios imperantes de manejo fiscal, nuestra deuda pública se duplicaría dentro 5 o 7 años: Entre 2008 al 2012, en 5 años, se duplicó. El crecimiento del endeudamiento implícitamente consignado en el presupuesto 2015 (10%), la duplicaría en 7 años.

Teniendo en cuenta que con el presupuesto 2015 el gobierno prácticamente acaba su oportunidad de expresar vocación de ajustar gastos, por ser 2016 año electoral poco propenso para ello, las referidas declaraciones no calman el nerviosismo fiscal.

Hacen recordar la métrica de Bécquer al no internalizar plenamente que mientras existan excesivos gastos generadores de déficits, habrá endeudamiento.

Y sus versos. Si no llegáramos a entender esta última sentencia tan de sentido común, la economía como ciencia estaría fuera del “alcance de las fuentes de la vida” y nuestro crecimiento postulado señal que “avanzamos sin saber a dónde caminamos”.

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