Las cifras preliminares del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), presentadas por el Banco Central la pasada semana, revelan que al mes de junio la economía está creciendo a una tasa de 6.7%, por encima de su potencial que ronda entre 5.3 y 5.8%, con una inflación acumulada de 1.43%, con un excelente comportamiento de todos los sectores y un vigoroso sector externo que generó US$15,038.9 millones.
El sector construcción sigue liderando el crecimiento con 13.2%, zonas francas (11.0%), salud (8.2%), comercio (8.1%), transporte y almacenamiento (6.8%), manufactura local (6.8), servicios financieros (5.8), agropecuaria (5.3%), hoteles, bares y restaurantes (5.2%), para solo citar algunos sectores, mientras explotación de minas y canteras es la única actividad decreciente con -6.2%, obviamente por el descenso en la producción de la Barrick Gold.
Ese vigoroso crecimiento, especialmente en sectores que emplean mucha mano de obra, explica que se hayan generado 156,646 empleos, entre junio 2017 y junio 2018, de los cuales 111,724 fueron formales, y que la tasa de desocupación abierta se haya reducido de 5.9% en el primer trimestre de 2017 a 5.3% en el primer trimestre de este año, de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional Continua de la Fuerza de Trabajo.
La variación del Índice de Precios al consumidor, es decir la inflación, fue a junio de 1.43%, mientras la inflación anualizada de 4.63%, ligeramente superior a la media de la meta del Programa Monetario de 4.0%±1.0%, y aunque se mantiene dentro del rango meta, las autoridades del Banco Central, actuando proactivamente, elevaron a fines de julio la tasa de política de 5.25% a 5.50%, es decir se abandonó la postura neutral de la política monetaria, cónsono con la inestabilidad de los precios del petróleo y las alzas sucesivas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
El sector externo mostró un vigoroso crecimiento con las exportaciones totales de bienes por un monto de US$5,434.3 millones, un incremento interanual de 8.4%, las importaciones crecieron en 20.9%, especialmente por un aumento de la factura petrolera en US$433.6 millones, un incremento de 31.7%, el ingreso de divisas por turismo alcanzó US$3,978 millones, un aumento de 5.6%, las remesas familiares sumaron US$3,215.9, un crecimiento de 8.96%, mientras la Inversión Extranjera Directa alcanzó la suma de US$1,594.6, un incremento de 20.2%. El déficit en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos fue de apenas US$141.3 millones, básicamente por el aumento de la factura petrolera, y las Reservas Internacionales Brutas alcanzaron a junio el monto de US$6,598.4 millones, equivalentes a cuatro meses de importaciones nacionales.
Cabe destacar que el sector financiero sigue mostrando un fortalecimiento sostenido con un aumento del patrimonio en RD$15,985.1 millones, equivalente a 8.96%, crecimiento de los activos de 8.4%, crecimiento de la cartera de créditos en 11.4% con una morosidad de apenas 1.86% con provisiones de 166.9% para la cartera vencida, Índice de Solvencia de 18.8%, superior al 10% mínimo requerido por las Normas de Adecuación Patrimonial, y con niveles de rentabilidad mayores a las instituciones financieras de Centroamérica expresadas con una rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) de 20.7% y rentabilidad sobre los activos (ROA) de 2.4%. En el caso de los bancos múltiples, que representan el 86.4% de los activos del sistema financiero, el Índice de Solvencia fue de 16.97%, el ROE de 23.21% y la morosidad de 1.8%.
La política fiscal revela a mayo un superávit de 0.1%, gracias a que las recaudaciones han aumentado en 14.5%, en línea con el estimado presupuestario, mientras el gasto apenas ha aumentado en 4.0%.
En conclusión, al margen de los riesgos externos, la economía dominicana con ese crecimiento vigoroso en el primer semestre y el comportamiento del sector externo apunta a que el año va a cerrar con un crecimiento superior a lo estimado en el marco macro-económico y también mayor al crecimiento potencial de la economía.