Economiá y educación

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La fábula del usurero

Si  la banca entiende como correcta, lo han manifestado así, la enmienda de los intereses cobrados en las tarjetas de crédito, el resarcimiento a los usuarios del dinero plástico es el paso siguiente. La recuperación de la credibilidad del mercado tarjeta-habiente reside ahí, mercado incrédulo por cierto, de cuyo comportamiento se explica en la figura de la carestía rampante de la isla, conminados, sin alternativas, victimas de la codicia bancaria. Como se ve, mercado prestatario conformado a la fuerza, proclive, no nos equivoquemos, al desmoronamiento inesperado.

Refiere la fábula la vida de Paulino, un prestamista sumido hace algún tiempo en la espesura tenebrosa del dinero. Andaba Paulino, habituado por el camino de la usura, ignorante de la situación de pobreza en que vivía, aquella indigencia de los que ostentan riqueza material por vivir como cuenta-pesos. Paulino quería todo, no valoraba lo que ya tenía, obsesionado en lo suyo y en lo de los otros. Moraleja, el mayor valor no es tener todo, sino lo necesario. Codicioso Paulino, no le bastaba con tener lo suyo y lo de los demás, quería tenerlo siempre todo.

El sistema bancario, estrechamente vinculado al comercio, en sus inicios estuvo comprometido con proyectos de desarrollo, empero, apareció la oportunidad del financiamiento al consumo en masa garantizando la gran expansión bancaria, llegó a la globalización caracterizada por la existencia de un mercado internacional de activos y pasivos.

No nos equivoquemos, este tipo de entidad financiera persigue un nivel de utilidad para satisfacer las expectativas de lucro de sus accionistas. La morosidad es uno de los principales riesgos de la actividad bancaria. La aparición de los Calls Centers ha convertido esta cartera marginal en uno de los negocios rentables de la banca. Empero, no olvidemos el factor confianza como el factor más importante de un banco.

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