Economía y educación: La parábola de los talentos

Economía y educación: La parábola de los talentos

Se está en búsqueda de desarrollar el fideicomiso en la isla. Es una herramienta financiera sana si está bien enfocada, alentadora ante la falta de sistemas bancarios progresistas, no como el nuestro, una banca que anima el consumo, que no tiene otro interés rentista, en definitiva, una banca de baja estofa.

En esencia la fiducia es un acuerdo de largo plazo cuya finalidad es la administración del riesgo del destino de los fondos de un tercero. Bien, se puede buscar escenarios crediticios, mal haríamos si optamos por el gasto en consumo u otra alternativa improductiva. La disyuntiva equivale a la capacidad de la gente al aprovechar sus talentos, menguar si se quiere las necesidades en situación de alerta hoy, y en ruindad en el mañana si no actuamos correctamente. Porque el futuro promisorio es semejante a un pueblo que llama a los mejores administradores de la isla y les entrega sus preciados bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad.

Después de algún tiempo el pueblo pide arreglar cuentas con ellos. Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco; el que recibió dos talentos había ganado dos más. El pueblo elogió a estos administradores y les retribuyó grandemente. Pero el administrador que había recibido un talento, fue y lo invirtió en cosas improductivas, mal utilizando el patrimonio que se le confió. El pueblo fue drástico quitándole los recursos mal invertidos.

El fideicomiso debe ampararse en un proyecto de ley de fomento a la inversión nacional, cuyo destino es el incentivo al desarrollo de las exportaciones.

Tomar muy en cuenta que el fideicomiso es un régimen financiero de largo plazo, que mejor contrapartida para la inversión de esos fondos en proyectos industriales con soporte tecnológico en pos del desarrollo de nuestra malhadada economía.

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