Economía y educación
¿Por qué Larouche?

<STRONG>Economía y educación</STRONG><BR>¿Por qué Larouche?

Conversaba con un amigo sobre las dificultades de la doctrina económica monetarista, la que predomina desde hace unos siglos, atónitos ante la magnitud de la crisis económica actual,  precisamente un aborto de la incompetencia. El hilvane apunta tupido de la siguiente manera.

Afirmamos, ahora con ciertas y bien fundadas dudas, que la economía es en esencia escasez. Pues miren que creíamos a pie juntillas tal aseveración, hasta que me topé –y casi me caí- con el personaje de Lyndon Larouche. Parte el concepto de la Economía de Larouche, del hombre y sus posibilidades innatas.

El alcance de éstas configura la economía y no otra. Entonces, el precio, el mercado, el producto, la inflación, entre algunas categorías económicas comunes, convencionales, ¿qué? A la luz de la economía larouchista, el conjunto de variables aludidas es un desquicio malintencionado, de intereses espurios, incubados a través de la historia.

Es otro paradigma esto de la economía Larouchista, se sale de lo común, de lo habitual.

Lo interesante de la Economía Física –así se refiere Lyndon Larouche al tipo de economía que inventó- es el relativo al eje central, en este caso el ser humano, pero todo el humano, integrado, sin disección alguna.

Cuando intentamos comprender la economía habitual, circundante, bajo la óptica de la Economía Física, se nos presenta como una amalgama enrevesada, en la que el humano se encuentra enmarañado de caprichosas lanzas, dispuestas a reducirlo a la miseria, a cambio de mensuras insensibles a sus perentorias necesidades.

Entonces, los pueblos pobres como el dominicano, por decir uno de ellos –la lista es abultada- ¿qué hacer? 

La economía larouchista es ambiciosa.

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