CADIZ, España. AP. Las muy distintas recetas para abordar la crisis económica y los problemas del narcotráfico en la región centraron el sábado las discusiones de los jefes de gobierno de España y América Latina, en la que también afloraron algunos conflictos.
Mandatarios como el ecuatoriano Rafael Correa criticaron abiertamente las políticas de austeridad en las que se ha embarcado la Unión Europea, a la que reclamó no cometer los mismos errores que América Latina hace una década. Mientras que la presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo que una consolidación fiscal excesiva y simultánea en varios países no es la mejor respuesta para combatir la crisis mundial.
Por su parte, el anfitrión español Mariano Rajoy recordó que el país ibérico realizó grandes inversiones en Latinoamérica cuando ésta sufría la crisis y ahora que se han intercambiado los papeles reiteró el mensaje de que el viejo continente es una oportunidad para el pujante nuevo mundo.
En cualquier caso, los presidentes acordaron en su declaración seguir promoviendo el desarrollo económico en la región.
Otro de los temas en las discusiones fue la reciente legalización de la marihuana para uso recreativo en algunos estados de Estados Unidos, fuertemente criticada por México y El Salvador, entre otros países.
El presidente mexicano Felipe Calderón advirtió que no se puede dar ni un paso atrás en el combate al narco y pidió estudiar nuevos para cortar el flujo de dinero de los consumidores a los grupos criminales.
En nuestros países, un campesino que siembra media hectárea es perseguido y encarcelado. En nuestros países, miles de gentes son presas de las garras de la delincuencia, del crimen y del narcotráfico, dijo Calderón en su intervención en la sesión plenaria. En Estados Unidos, ahora, simple y sencillamente, se producirá la marihuana a niveles industriales, se comercializará con absoluta libertad en esos estados y se consumirá a discreción.
El reclamo de Bolivia de una salida al mar se coló en la sesión plenaria, donde el presidente Evo Morales y su homólogo chileno Sebastián Piñera evidenciaron que están lejos de entenderse.
Morales interpeló directamente a Piñera para que abandone posiciones conservadoras y recordó que su país tiene derecho a acudir a tribunales internacionales si no se logra el acuerdo. El mandatario chileno apeló al estricto cumplimiento del tratado de 1904 suscrito entre los dos países y respondió que el diferendo no era tema de un foro multilateral.
Quiero decir que la diplomacia chilena cierra filas cuando se trata de abordar el reclamo boliviano, argumentando constantemente que los tratados son intangibles, dijo Morales.
Entre Chile y Bolivia, existe un tratado, recordó Piñera sobre la salida soberana al mar, que perdió Bolivia en la guerra del Pacífico entre 1879 y 1883. Chile ha cumplido, cumple y seguirá cumpliendo lo que ese tratado establece.