Economía y elecciones

Economía y elecciones

FARID KURY
Entre las tantas enseñanzas del profesor Juan Bosch hubo una a la que dedicó mucho interés. Me refiero a su constante empeño en propagar que un jefe de Estado debe dedicarle especial atención al manejo de la economía.

¿Quién no escuchó una y otra vez al Profesor decir que si la economía anda bien lo demás andará bien, o viceversa, si ella anda mal igual pasará con lo demás?

¿Quién no escuchó al Maestro repetir hasta el cansancio que las crisis económicas generan crisis sociales y políticas?

A quienes más propagó ese criterio fue a sus discípulos. Sabedor que un día uno de ellos gobernaría la nación, fue persistente en advertirles que estudiaran economía y dedicaran especial atención a su aplicación.

La economía de un país es algo delicado que debe manejarse con sumo cuidado. Un jefe de Estado o líder político que aspire a gobernar la nación debe siempre tener muy en cuenta esa enseñanza.

Un presidente que no tenga una conciencia clara de la importancia de la economía y de cómo ella incide de manera determinante en toda la sociedad sumirá su nación en la pobreza.

Con la llegada del doctor Leonel Fernández al poder en 2004 superamos la crisis económica, pero la mayoría sigue sumida en la pobreza, y se requerirá varios años más para volver al nivel anterior a la crisis.

La economía de una nación no puede ponerse en manos con poco conocimiento. El bienestar de cada familia está vinculado al buen o mal manejo que desde el Estado haga el Presidente y su equipo económico.

Así, a la hora de elegir un gobernante la nación debe ponderar, en primer orden, al candidato que demuestre mejor entendimiento de los problemas económicos y de cómo solucionarlos.

En el caso de la República Dominicana, cuya economía es débil y en gran medida depende de las fluctuaciones y turbulencias de los mercados internacionales, el cuidado que debemos tener a la hora de otorgarle a un ciudadano el poder supremo de la nación es enorme. No es una decisión que puede adoptarse a la ligera ni por pasiones políticas.

En mayo próximo los dominicanos elegiremos al Presidente de la República para el período 2008-2012. Ese día debemos actuar con suma responsabilidad, y escoger a quien más conocimientos tenga de los asuntos económicos y que mejor puede conducir la nación frente a los desafíos que este mundo globalizado le impone a los países pequeños como el nuestro. Ese día tendremos que elegir al candidato capaz.

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