¿Deberá llevar la pausa del BC a un alto en los bancos?

El Banco Central de la República Dominicana.
El 3 de enero escribíamos sobre la posibilidad de que el Banco Central (BC) hiciera una pausa en la reducción de la tasa de política monetaria y lo hacíamos sin presumir de la posesión de atributos de pitonisa, sino, apoyado en la expectativa que había entonces en el mercado de que la Reserva Federal haría lo mismo, y así ocurrió.
Ya hemos explicado y no está de más repetir el argumento, que entre los principales factores que toma en cuenta el BC a la hora de decidir un cambio en la tasa de política monetaria están el comportamiento de la tasa de inflación y los movimientos en los tipos de la Reserva Federal y, era obvio que, con un buen crecimiento de la economía y en ausencia de brincos preocupantes en la inflación, el BC tomaría la decisión que anunció el jueves pasado, de hacer una pausa en la reducción de tasa, manteniéndola en 5.75 %.
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Pero no obstante la pausa hecha por el banco, la reducción de las tasas de interés por parte de los bancos debe continuar, pues, como habíamos señalado en aquella publicación, “todos los frutos de las reducciones de tasa de política monetaria del BC no han madurado y, por lo tanto, tampoco han sido cosechados”.
En parte, esto tiene su explicación en lo que se conoce como período de transmisión de los cambios en la tasa de política monetaria, que según estudios hechos por el propio BC, es de entre uno y dos meses.
Como muestra de que los cambios no se han reflejado totalmente en el mercado, la tasa activa promedio simple de los bancos múltiples estaba en 15.8 % en la semana del 25 al 29 de noviembre, bajó al 15.3 % en la del 2 al 6 de diciembre, para continuar bajando al 14.9 % en la del 9 al 13 de diciembre, al 14.8 % en la semana del 16 al 20 de diciembre y a 14.3 % en la del 23 al 27 de diciembre, mientras que el promedio de enero ha sido de 15.28 %.
Esto significa que las reducciones de tasas en los bancos se han quedado cortas ante las cinco reducciones de la tasa de política monetaria que se han producido desde agosto pasado, para un acumulado de 125 puntos básicos o de 1.25 puntos porcentuales.
Por razones que tienen que ver con la proporcionalidad, una reducción de 125 básicos en la tasa de política monetaria, debería llevar a una reducción mayor, no igual o menor en la tasa activa de los bancos y más aún, si las reducciones en la tasa de política monetaria han venido acompañadas de liberaciones de recursos del encaje legal, pero eso no ha ocurrido.
Esto explica que el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, haya afirmado públicamente que hay un rezago de la política monetaria. Lo que significa que, aunque las tasas de interés están bajando, lo hacen de forma gradual o un ritmo más lento o con retraso.
Los bancos son negocios y no se debe pedir que aceleren la reducción de tasas hasta fundir a la economía.