El economista Luis H. Vargas consideró que el  impuesto inflacionario ha presionado hacia arriba los ingresos fiscales nominales y hacia abajo los gastos reales, en especial los servicios personales y sociales, exceptuando los subsidios a las empresas energéticas y los pagos de deudas a los prestamistas nativos y transnacionales.

Vargas indicó que “desde agosto de 2007 hasta agosto del corriente año, la tasa de inflación ha saltado más de 15%, de acuerdo a datos oficiales, y más de 20%, según informaciones confiables, es decir por encima de la reciente alza de 15% de los sueldos y pensiones de los empleados del gobierno y por debajo de la veloz marcha de las transferencias a las empresas de energía eléctrica y gas licuado del petróleo (GLP) y de las pagas de intereses y amortizaciones a instituciones bancarias y financieras”.

“El resultado de esta política presupuestaria de ahondamiento de la distribución regresiva de la renta y aseguramiento de la rentabilidad de las corporaciones energéticas y entidades financieras es un creciente déficit fiscal que rebota a su vez como ascendente déficit exterior”, explicó.

Consideró que la curva alcista de los subsidios a los negocios y de los desembolsos a los acreedores abre una tronera en el saldo de la cuenta corriente de balanza de pagos por abultamiento tanto del valor de los combustibles importados y, por ende, del monto de las importaciones sobre el de las exportaciones, como de los egresos por inversión directa o de cartera, a raíz de la mayor repatriación de los rendimientos financieros y las utilidades económicas.

Vargas dijo que la  profundización de la inestabilidad macroeconómica, durante el pasado período gubernamental de 2004 a 2008, constituye una prueba  de lo que  considera un  fracaso  de  la gestión  del presidente Fernández.

Dijo que en  los últimos 4 años la economía  empeoró sus cuentas interiores y exteriores porque mantuvo un altísimo déficit del sector público, al mismo tiempo que pasó de un significativo superávit en la cuenta corriente de balanza de pagos a un estratosférico déficit.

“Desde 2004 hasta 2008, se estima que el déficit conjunto del gobierno nacional y el banco central ruede de 8.95% a 6.96% del Producto Bruto Interno (PBI), en tanto que el saldo de la cuenta corriente caiga del techo con signo positivo de 4.80% al pozo del número rojo de 9.92%”, explicó.

La frase

Luis H. Vargas

Desde 2004 hasta 2008, según cifras estimadas para este año, se espera que el déficit conjunto del gobierno nacional y el Banco Central ruede de 8.95 por ciento a 6.96 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), en tanto que el saldo de la cuenta corriente caiga del techo con signo positivo de 4.80 por ciento  al pozo del número rojo de 9.92 por ciento”.