El director de la Escuela de Economía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Magín Díaz, sostuvo este martes que el nivel de deuda pública de República Dominicana es perfectamente manejable y descartó que se trate de algo que pueda generar inestabilidad en el país.

El economista Magín Díaz entiende que el endeudamiento debe ser analizado en términos relativos, sobre todo en el caso dominicano, donde el crecimiento del mismo es de apenas cuatro puntos porcentuales, al pasar de 34% a 37% del Producto Interno Bruto.

Díaz, entrevistado en el programa Propuesta Matinal por el canal 45, consideró obvio que no es lo mismo endeudar  una economía en crecimiento económico que otra en decrecimiento”.

“Y la economía dominicana, entre el 2005 y 2010, fue una economía en crecimiento, y eso da mayor capacidad de endeudamiento”, comentó, el también asesor económico de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).

Reconoció que ante la desaceleración que ha registrado esta economía, de un crecimiento promedio de 9% en los últimos dos a tres años a 5% en promedio, había que esperar igualmente que se produjera una reducción de los ingresos tributarios.

“Pero ahora, una parte se recuperará en la medida en que vuelve a crecer la economía, que es lo que pasa este año, que los ingresos tributarios crecen más que el anterior”, aunque estimó importante el aumento del servicio de la deuda, intereses y amortización.

Calculó que por ese concepto la deuda externa e interna del país absorberá el próximo año una cantidad de fondos que estimó en alrededor de 95 mil millones, casi el 40% de los ingresos tributarios.

Dijo que esa es la razón por la que el FMI insiste en la presión tributaria, que de 17% del PIB hace unos años está ahora en alrededor de 14%, cuando son sumados los ingresos no tributarios, alrededor de 1% del PIB.

“Mientras el Gobierno tenga posibilidad de recolocar deudas, el pago de la amortización está asegurado”, dijo, al relacionar la capacidad de pago de intereses y la generación de superávit.

Declaró que ahora se está en el proceso de consolidación de la economía, de bajar el déficit fiscal y llevarlo a un superávit en el mediano plazo, a fin de bajar así el monto de la deuda.

En otro orden, dijo que una mejoría en la administración fiscal y una eliminación de incentivos y exenciones es preferible a una reforma fiscal integral que, en su opinión, no garantizaría mayor recaudación.

“Ahora, en el Presupuesto, el Ministerio de Hacienda está obligado a publicar lo que deja de percibir por exenciones, que es un monto alto, de 5 a 7% del  PIB, más de cien mil millones de pesos de sectores de bienes y servicios que por alguna razón no pagan impuestos”, agregó.

En ese sentido comentó que la experiencia enseña que es más fácil otorgar exenciones que eliminarlas, por lo que el FMI ha sugerido al Gobierno que para hacerlo diseñe un plan.

“La ventaja de una administración tributaria que las   elimine (las exenciones) es que resulta más fácil recaudar impuestos cuando éstos son parejos, que los paga todo el mundo”, indicó.

El director del Departamento de Economía de la Universidad Católica Madre y Maestra prevé que esa será precisamente la discusión que primará en los próximos dos años en el país.