Economista: es importante contemplar extensión de FASE, Pa’Ti y Quédate en Casa

Economista: es importante contemplar extensión de FASE, Pa’Ti y Quédate en Casa

Los desafíos presentados por la pandemia claramente han evidenciado la mayor atención que los tomadores de decisiones deben prestar al sector salud, una realidad que exige continuidad y sinergia entre todos los grupos decisores del país. Ante esto, si bien salud evidenció un crecimiento del 12% a lo largo del año, para dar atención a los retos por la COVID-19, una correcta hoja de ruta con metas socioeconómicas a corto, mediano y largo plazo será clave con el propósito de ofrecer las garantías, el abastecimiento y la correcta atención médica ante los próximos capítulos que el 2021 nos depara, un periodo desafiante marcado por una crisis económica intensa en medio de una emergencia sanitaria aún no superada.

Claramente, respuestas oportunas y disponibilidad de recursos serán vitales en este periodo. Un panorama que nos lleva a analizar si realmente el 2% destinado al sector salud, que estipula el proyecto de presupuesto para el próximo año (que aún está pendiente de aprobación por parte del Congreso), será suficiente para hacerle frente a las demandas de la COVID-19. Como se sabe, en los primeros meses de 2021 es posible que aún no se tenga acceso a una vacuna, una realidad a la que debemos sumar el visible incremento del número de contagios. Sin lugar a dudas, una reflexión válida considerando que el presupuesto anterior, diseñado en escenario pre-coronavirus, destinó un 1.66% del PIB a este sector.

En ese mismo sentido, si bien el sector salud es el gran protagonista en este periodo, el comportamiento de otros segmentos también resulta fundamental en este proceso de reactivación económica. Ante esto, en lo relacionado al turismo, las proyecciones demuestran una lenta recuperación hasta inicios de 2023. Un escenario preocupante que no acompaña la oferta disponible en el país. Es evidente que esta caída continúa representando un fuerte golpe económico, a pesar del crecimiento de las remesas y de la rápida recuperación del sector de zonas francas. Claramente, un contexto delicado reflejado en la caída del PIB proyectada por el Fondo Monetario Internacional (-6%) y las proyecciones relacionadas a la tasa del dólar para el cierre de este año: RD$60.00, cotización que se proyecta subirá hasta RD$64.60 hasta fines de 2021 (aproximadamente una devaluación de un 9%). Estas fueron algunas de las reflexiones presentadas por el economista Henri Hebrard, durante el encuentro virtual de SaludHable: “Desafíos Económicos en el Año de la Reactivación 2021”, organizado por la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos, Inc. (ARAPF).

En este tenor, el economista indicó: “el próximo año estará marcado por una palabra: cautela. Ante esto, es necesario que el Congreso revise con mucho detenimiento el proyecto de presupuesto 2021, manteniendo las medidas que hagan frente a los altos niveles de desempleo que ha ocasionado la pandemia. En ese sentido, además del debido análisis en relación a las demandas del sector salud, es importante contemplar la extensión de los programas de transferencia (FASE, PA’TI y QUÉDATE EN CASA), con la finalidad de generar dinamismo y así promover la recuperación de la economía, que ya se visualiza como lenta”.

A este contexto local, debemos añadir el impacto de la recuperación de nuestro principal socio comercial: Estados Unidos. Como se sabe, por cada punto que crece la economía norteamericana, se estima un crecimiento de un 1.6% a nivel local. Esto evidencia la necesidad de dar un debido acompañamiento a su proceso, para poder proyectar el nuestro de cara al próximo año.

Tomando en consideración todas estas reflexiones, Henry Suárez, presidente de ARAPF, señaló: “si bien estamos ante la posibilidad de una vacuna contra la COVID-19, el contexto actual nos demanda continuar tomando decisiones en conjunto y, sobre todo, basadas en la prudencia y asistencia oportuna a las necesidades básicas del ciudadano. Sólo así podremos enfrentar los desafíos que desde ya presenta el 2021 en el plano político, económico, social y sanitario”.

En conclusión, el 2021 es todavía un escenario incierto donde se pronostica, como medida para mitigar el déficit fiscal y el endeudamiento a raíz de la COVID-19, una reforma holística que abarque: ingresos, gastos, activos y deudas en la parte estrictamente económico-fiscal, y una muy probable reforma de la seguridad social tanto en su vertiente de pensiones como en su eje de salud.

Claramente, la manera en la que enfrentemos el próximo año será clave para lograr reactivar la economía local, con miras a alcanzar un país más estable en el 2022 que se traduzca en una mejor calidad de vida para los ciudadanos dominicanos.

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