El economista Isidoro Santana dijo anoche que el Estado dominicano es débil y que se caracteriza por la incapacidad para imponer su poder de imperio, por lo que los cuidadanos no lo respetan ni le temen.

Santana criticó la corrupción en el país y señaló que la sociedad dominicana es muy individualista. “Muy solidaria en lo relativo al entorno familiar, pero apática en lo social”, dijo.

Isidoro  Santana habló en la presentación  del libro “Crisis de Valores en la República Dominicana”, de la socióloga Miriam Díaz Santana, en un acto celebrado en el paraninfo Rafael Michel, de la facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Dijo que esta es una sociedad en que la gente no valora el Estado.

La socióloga y catedrática Díaz Santana afirma que la sociedad dominicana ha adoptado un modelo de desarrollo económico y una cultura política que fomenta la corrupción y la delincuencia generalizadas.

Explica en su libro que “después de pasar revista a los numerosos escándalos de corrupción que se han producido en el país desde la década de 1970 a la fecha, la corrupción ha adquirido características sistémicas, con lo cual irradia sus efectos a toda la sociedad, sin excepción de ningún tipo de institución o sector”.

Asegura que en los diferentes momentos de la historia dominicana, en especial en las últimas décadas, la corrupción ha sido claramente practicada por los gobernantes de turno, con pocas excepciones.

Añade que “los modelos políticos exitosos en el país han sido los que se han fundamentado en el uso y abuso de los recursos del Estado, el clientelismo, la repartición de los ingresos públicos para conveniencia propia y para su perpetuación en el poder”. El libro, resultado de una investigación de  Díaz  para la UASD, recoge información documental y realiza un análisis sociológico del proceso de deterioro de los valores éticos que se ha producido en la sociedad dominicana en las últimas décadas.

Las frases

“Los modelos políticos exitosos en el país han sido los que se han fundamentado en el uso y abuso de los recursos del Estado, el clientelismo, la repartición de los ingresos públicos para conveniencia propia y para su perpetuación en el poder. Proliferan grupos constituidos expresamente para el enriquecimiento ilícito, en especial los ligados al tráfico de drogas”.