El economista José Luis De Ramón sugirió que se disminuyan los gastos administrativos del Estado dentro del presupuesto nacional, como es el caso de las nóminas, y que se eleven los gastos en servicios a la población, como educación y salud. Explica que  República Dominicana dedica a administrar el Estado un 31% del Presupuesto Nacional, lo que, tras el pago del 11% que se debe dedicar a intereses de la deuda pública y el 12% que se dedica a subsidios, deja apenas un 34% para servicios como salud y educación.

El economista José Luis De Ramón sugirió que se disminuyan los gastos administrativos del Estado dentro del presupuesto nacional, como es el caso de las nóminas, y que se eleven los gastos en servicios a la población, como educación y salud.

Explica que  República Dominicana dedica a administrar el Estado un 31% del presupuesto nacional, lo que, tras el pago del 11% que se debe dedicar a intereses de la deuda pública y el 12% que se dedica a subsidios, deja apenas un 34% del presupuesto para otorgar servicios a la población tales como salud y educación y el 8% para infraestructura.

De Ramón propone una reingeniería de los esquemas de administración del Estado para convertirlo en un Estado del siglo XXI, en el que no se dedique a este concepto más de un 16% del presupuesto.

Resaltó que en el 2010 los empleados del Estado eran 483,897, lo que es un gran número que solo muestra un buen síntoma de mala gestión.

Expresó que eliminar subsidios, como el del sector eléctrico, también es fundamental para la competitividad del país. Con estas modificaciones en la estructura del gasto público, podría dedicarse a la población el 40% y a infraestructura el 25% del presupuesto.                                

“El gasto (cantidad y calidad) en educación es vital. No lo discute nadie. Pero nuestros gobiernos lo ignoran deliberadamente. Basta señalar que de 139 países, el país ocupa el 120 en acceso a la educación y el 137 (a dos peldaños del último) en cuanto a la calidad de la educación primaria”, dijo.

Resalta que según el Índice Global de Competitividad 2010-2011, el país se encuentra en la posición 137 en la calidad de la educación primaria de  139 países estudiados; la posición 136 en la calidad de la educación en matemáticas y ciencias; la 133 en calidad del sistema educativo, y la tasa de matriculación de la educación primaria es la 120 y la secundaria la 94.

Según estadísticas de De Ramón contenidas en su último libro “Los retos de la República Dominicana: Crisis económica mundial, lecciones de América Latina y determinantes del desarrollo”, que recoge una serie de conferencias;  en el 2005 los empleados del Estado eran 370,828, en el 2006 unos 400,070; en el 2007 eran 406,903; 417,202 en el 2008; 448,590 en el 2009 y en el 2010 llegaban  a 483,897.