La solución al problema, a juicio de Luis Vargas, es que tanto Haití como República Dominicana respeten el tratado de 1929 que estableció los límites fronterizos
La República Dominicana perdería si se va a un diferendo con Haití por la construcción de un canal en el río Masacre, debido a que el vecino país es visto como una víctima por las grandes potencias, afirmó ayer el economista Luis Vargas.
Consideró que con quien hay que negociar es con las potencias que juegan un papel fundamental en Haití.
La solución al problema, a su juicio, es que tanto Haití como República Dominicana respeten el tratado de 1929 que estableció los límites fronterizos entre los dos países.
Expresó que argumentar que en Haití no hay Gobierno es un disparate, porque tiene Policía, Fuerzas Armadas y funcionarios.
Explicó que las autoridades dominicanas tienen que negociar con la gente que está al frente del Gobierno haitiano.
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Sostuvo que la construcción del canal en el río Masacre ha unificado al pueblo haitiano.
Recordó que Estados Unidos incidió en la firma del tratado de 1929 y que antes de ese año el río Masacre pertenecía solo a la República Dominicana.
Según Vargas, la frontera no está cerrada totalmente, porque de lo contrario sería derribar a la zona franca Codevi, ubicada en la comunidad haitiana de Juana Méndez.
“Si tú me cierras completamente la frontera, se cae la empresa Codevi”, sostuvo Vargas.
Expresó que los insumos para la empresa no llegan por Cabo Haitiano, sino por Dajabón.
Reveló que los chinos, sin autorización, empezaron a penetrar en el mercado binacional de Dajabón para vender “sus porquerías”.
Expresó que el mercado de Dajabón entre enero y agosto de este año generó US$217.81 millones, lo que representó un millón de dólares al día.
El cierre de la frontera con Dajabón, dijo, afecta fundamentalmente a cinco grandes empresas industriales y no impacta a los pequeños productores.
Señaló que las aguas del río Masacre son contaminadas por haitianos y dominicanos y que el río se convertirá con el tiempo en una cañada.