Encuentro Económico Semanal del Periódico Hoy, con Funcionarios del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo, con el señor Juan Ariel Jiménez, Ministro. Hoy/ Napoleón Marte 29/01/2020
Los economistas Rafael Espinal y Juan Ariel Jiménez advirtieron ayer lo perjudicial que sería aplicar un impuesto a las remesas enviadas por los dominicanos residentes en el exterior.
El cónsul dominicano en la Nueva York, Eligio Jáquez, propuso un impuesto de 0.01% a las remesas enviadas por los dominicanos residentes en el extranjero, a fin de usar ese dinero en programas sociales.
Espinal, coordinador de la Escuela de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), dijo que Jáquez fue mal asesorado para hacer esa propuesta, la cual afecta a las personas más pobres.
Dijo que las remesas es de las fuentes de ingresos más importantes de muchas familias de los sectores de ingresos mas bajos de la población, que incluyen a desempleados y viudos.
Resaltó que las remesas constituyen una “línea de vida” para muchas familias dominicanas, en razón de que con el cierre de la economía el año pasado muchos negocios han quebrado y otros han perdido su empleo.
Señaló que el crecimiento de las remesas es una muestra muy hermosa de la solidaridad de los parientes dominicanos en el exterior con sus familiares en el país.
“Poner un impuesto, por mínimo que sea, es gravar a esas personas”, señaló el economista.
Recordó que los salarios más bajos de la población están exentos del impuesto sobre la renta y las remesas son un ingreso que se considera renta.
Expresó que la propuesta de Jáquez puede estar llena de buenas intenciones, pero en la práctica sería uno de las peores decisiones que se pueden tomar por el efecto que tiene en el consumo de los niveles más pobres de la población.
Sostuvo que existen otros mecanismos más efectivos para gravar, sobre todo a las personas de mayores ingresos.
Señaló que cuando se va a Caribe Express o Western Union se pueden observar las filas de personas pobres buscando ese dinero que les llega del exterior.
“Las intenciones pueden ser muy buenas, pero el resultado sería muy negativo”, señaló.
Recordó que el cónsul en Nueva York hizo una propuesta que no está dentro de su especialidad, pues él es agrónomo.
Expresó que si se le pone un impuesto a las remesas, la gente lo va a evadir enviando el dinero directamente o no través de las agencias remesadoras, lo que crearía un mercado informal
En tanto, Jiménez, exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, consideró un error la sugerencia de aplicar un impuesto a las remesas.
“El 16.2% de los ingresos del quintil más pobre proviene de las remesas, mientras que del quintil más rico sólo el 4.5%, por lo que ese tipo de impuesto aumentaría la desigualdad”, manifestó.
Señaló que dicho impuesto podría desincentivar el uso de mecanismos formales de envío, afectando así la liquidez mensual de las familias.
Sugirió que, contrario a colocar impuestos a las remesas, se discutan mecanismos para disminuir los costos de su envío, fomentar el ahorro y la inversión en viviendas y educación en el país.