Los economistas Alfonso Abreu y Henry Hebrard manifestaron preocupación por el nivel de endeudamiento que tiene el país y exhortaron al Gobierno a revisar el gasto público.
Consultados por separado en relación al anuncio del Gobierno de que colocaría bonos soberanos por US$500 millones en el 2011 para financiar el Presupuesto de ese año, recomendaron revisar la estructura del gasto público a fin de reducirlo y controlar la tendencia alcista del endeudamiento externo e interno del país.
Abreu Collado dijo que si fuera solamente US$500 millones que el gobierno va a requerir para financiar el déficit del Presupuesto de 2011 todos deberíamos aplaudir, pero pienso que el requerimiento del gobierno (de financiamiento externo) para el año que viene va a ser tres o cuatro veces esa cantidad.
En su opinión, el gobierno sólo podría requerir de un monto manejable de financiamiento de déficit para el Presupuesto del 2011 si reduce sustancialmente el gasto público.
Recomendó que el gobierno reduzca el ritmo de construcción de una serie de obras públicas de envergadura, es decir, que las haga de manera más lentas, indicó Abreu Collado.
Hebrard, en alusión a la anunciada emisión de bonos, expresó preocupación por el hecho de que de que hoy en día, de cada cien pesos que entra al fisco, más de 40 se tiene que dedicar al pago de deuda.
Cree que en lugar de incurrir en más créditos externos e internos, el gobierno debe ver de qué manera puede revisar la estructura del gasto público y hacerlo más eficiente, a fin de reducir el déficit fiscal y evitar mayor endeudamiento.
No cree que resulte favorable para el país hacer nuevas emisiones de bonos soberanos para cubrir el déficit fiscal.
Alfonso Abreu C.
Hay que reducir gastos corrientes y de capital, comenzar a dar una señal en ese sentido, sobre todo en la inversión en obras, programarlas y hacerlas más espaciadas, aunque no se puedan terminar en este periodo de gobierno.
Hebrard
Los bonos soberanos en sí no son malos ni buenos, sino que su beneficio depende mucho del uso que se le dé. Son beneficiosos si se destinan a inversiones tangibles de desarrollo.