Un grupo de economistas coincidieron ayer en que el modelo económico dominicano necesita un relanzamiento, para lo cual creen necesario, entre otras cosas, aumentar las exportaciones, invertir más y mejor en educación y tecnificar la mano de obra.
En cuanto a la posibilidad de deslizar un poco la tasa de cambio, los especialistas no estuvieron del todo de acuerdo. Unos entienden que esto generaría aumentos en los costos de producción y otros entienden que ayudaría a un balance entre importaciones y exportaciones.
El tema fue debatido por Carlos Despradel, Apolinar Veloz, Jaime Aristy Escuder y Rolando Guzmán, durante el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Despradel consideró que es fundamental incrementar las exportaciones, porque es la única forma de recibir las divisas necesarias para sustentar el crecimiento económico.
Sin embargo, descartó que la tasa de cambio en los niveles actuales sea un obstáculo al crecimiento de las exportaciones, por lo que coincidió con las políticas aplicadas por la administración del Banco Central para mantener la estabilidad cambiaria.
Rechazó la devaluación gradual de la moneda para aumentar la capacidad competitiva, ya que los componentes de costos de las industrias están dominados por la importación de materia prima y bienes, la depreciación de capitales, los combustibles y la energía eléctrica.
Indicó que si se devalúa la moneda, ninguno de esos componentes disminuye, por el contrario, suben.
Sostuvo que el único elemento que podría bajar es el salario real, aunque la mayoría de las industrias esto sólo equivale a un 4 ó 5% de los costos de producción. Dijo que no se puede buscar competitividad disminuyendo un elemento de tan bajo porcentaje en el costo y que además tiene un implícito que no se puede aceptar de que a los trabajadores dominicanos se les paga demasiado. Indicó que la tasa de interés es otro elemento de costo importante que cuando hay devaluación sube.
¿Qué hacer? Ante esa pregunta, Despradel señala que un cambio de modelo es un tema de productividad, la cual debe buscarse en otros factores que permitan al país ser competitivo.
Mientras que Veloz consideró que el modelo económico dominicano tiene un sesgo anti exportador y promueve las importaciones como una forma de satisfacer la demanda interna. Si hay un cambio del modelo necesariamente debe estar basado en un aumento de las exportaciones y la reducción de las importaciones como forma de que la producción interna pueda sobrevivir de manera competitiva, expresó.
Dólar barato. Con respecto a la tasa de cambio, Veloz favoreció que esta refleje el saldo de la balanza corriente de los últimos tres años, que ha sido en promedio un 8% del PIB, un poco más de US$4,000 millones. Destacó que no ha valido la entrada de inversión extranjera directa y de remesas para revertir las crecientes importaciones que tienen que ver con un dólar más barato que en otros países.
Apuntó que aunque no apoya una devaluación para promover las exportaciones, entiende que puede ser un elemento que cambie la relación importaciones y exportaciones.
Sostuvo que el Banco Central tiene que poner en práctica una política restrictiva para evitar inflación que genera el incremento del gasto a través del crecimiento de la demanda internacional.
Planteó que, en consecuencia, es necesario el incremento de las tasas de interés, porque así vienen capitales a buscar beneficios al país y aprecian el tipo de cambio.
Mientras que Guzmán coincidió en que el tipo de cambio actual no refleja los cambios que ha sufrido la economía dominicana luego del declive de la industria textil, aumento de combustibles y otros elementos.
Cree que en materia de exportaciones no hay mucho que se pueda hacer, por lo que hay que asumir el costo de lo que no se ha hecho y preparase para un futuro en el mediano plazo.
En cuanto al cambio de modelo, sostuvo que con miras a una estrategia de desarrollo es obvio que el actual ya no puede dar más, ya que el país presenta tasas de pobreza de hace 20 años, un poder de compra de 15 años atrás y una escolaridad promedio de ocho años.
Gasto público. Veloz indicó que el país requiere mejorar su gasto público, ya que tiene gran parte del mismo tiene relación directa con la corrupción. Se gasta en los proyectos donde se va a recibir la plata que responde a este tipo de criterio. Como ejemplo, refirió que a junio del 2010 las obras en construcción tenían su presupuesto agotado.
Lo que dice que estas grandes obras están relacionadas con la corrupción y esto tiene que arreglarse con políticas públicas para crecer y garantizar ese crecimiento.
Problema de educación
Al comparar estadísticas de algunos países que tenían las mismas condiciones de República Dominicana hace unos años y que hoy son ejemplo de desarrollo, Aristy concluye que el problema del modelo económico de RD se trata fundamentalmente de educación, ya que aquí se invierte poco y mal en ese sector.
Expuso que el sistema educativo dominicano es un desastre con uno de los más bajos lugares del mundo, dificultades para generar una mano de obra capaz de absorber los conocimientos tecnológicos y que le permita al país aumentar su competitividad.
Si vamos a hablar de modificar el modelo económico, hay que empezar a hablar de educación, olvidémonos de variables macroeconómicas de política fiscal, primero vamos a invertir en educación y luego vemos cómo conseguimos el dinero, expresó, tras advertir que mientras no haya mejorías en el sector habrá una economía fundamentada en deuda pública.
En este punto, Despradel entiende que cualquier Gobierno debe hacer un gran esfuerzo por la educación, invirtiendo cuantiosos recursos, sin establecer topes presupuestarios, en reparación de escuelas, capacitación de maestros y otros aspectos fundamentales para el avance del sistema educativo..
Dijo que para tal objetivo se deben postergar otras inversiones, para lo cual debe convencer a la población de que se trata de una política de mediano y largo plazos que se reflejará en un aumento de la productividad del país.