Economistas siguen en tinieblas con la agenda de un segundo período de Bush

Economistas siguen en tinieblas con la agenda de un segundo período de Bush

POR ANDREW BALLS
WASHINGTON.-
La campaña de elecciones dominada por la seguridad y los temas sociales hizo poco por definir el orden del día del presidente George W. Bush para su segundo mandato.

El señor Bush prometió reducir a la mitad el déficit fiscal en el nuevo período y dejar permanentes la reducción en los impuestos que puso en vigencia en su primer mandato, y que expirarán en el año 2011.

Durante la campaña, hizo hincapié en que la reforma de la Seguridad Social, incluyendo las cuentas privadas, sería  una prioridad. Pero el señor Bush no ha dado más detalles sobre cómo lo hará, como hizo durante la campaña de 2000. Ha habido indicios sobre una reforma tributaria, pero ninguna propuesta concreta.

“No estoy seguro de que las prioridades de la política económica estén totalmente cristalizadas”, dijo Glenn Hubbard, decano de la Escuela de Comercio de Columbia y ex-presidente del Consejo de Asesores Económicos del señor Bush. Sin embargo, dijo que la “lista A! Incluye reformas tributarias, reforma de la Seguridad Social y esfuerzos por mejorar el funcionamiento de los mercados del sistema de salud.

El compromiso del señor Bush de reducir el déficit fiscal se basa en un compromiso para controlar el gasto discrecional, un duro reto después de los fuertes incrementos en el gasto, aún excluyendo la defensa y la seguridad del territorio nacional, durante los últimos cuatro años.

La no partidista Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el déficit fiscal en cerca de 3.6% del producto interno bruto en el año fiscal que acaba de concluir. Los economistas independientes, incluyendo los del Fondo Monetario Internacional, han señalado que los agujeros en el plan del señor Bush para reducir a la mitad el déficit, incluyendo la exclusión de los costos de Irak, y la expectativa de una reforma al impuesto alternativo mínimo (IAM).

El presupuesto de 2006 de la administración, que dará a conocer en los inicios del año próximo, es probable que aporte la primera indicación firme de cómo el señor Bush propone reducir el déficit de presupuesto durante los próximos cuatro años, y en particular, sobre cómo el control estricto del gasto discrecional se va a poner en práctica.

El señor Bush prometió extender los recortes de impuestos establecidos en su primer periodo, con implicaciones para el déficit que van más allá del nuevo mandato. Sin embargo, muchos economistas sostienen que los incrementos en los impuestos serán necesarios para enfrentar las metas de reducción fiscal más allá de los cuatro años siguientes. El presupuesto en rojo también va a dificultar manejar la reforma fiscal fundamental y la reforma de la Seguridad Social.

Maya McGuinnes, presidente del no-partidario Comité para un Presupuesto Federal Posible, dijo que será necesario restablecer la disciplina fiscal para lograr el alcance para compensar a los perdedores como parte de una reforma tributaria de amplio alcance, y para enfrentar los costos durante los próximos diez años, que vendrán de permitirle a los trabajadores jóvenes desviar parte de sus pagos por nómina a las cuentas privadas.

Está también la cuestión de si una amplia reforma tributaria, incluyendo la posibilidad de un cambio hacia un impuesto basado en el consumo, sería políticamente posible,  al mismo tiempo que se enfrenta la reforma de la Seguridad Social, aún con la victoria republicana del martes en la Cámara de Representantes y el Senado.

El señor Hubbard dijo que mientras las reformas de impuestos y la Seguridad Social estuvieran relacionadas, sería difícil enfrentar ambas al mismo tiempo. También dijo que es probable que la prioridad del señor Bush a la reforma de impuestos no sería un cambio amplio como la introducción de un impuesto al consumo, sino que se concentraría más bien en propuestas para abordar problemas particulares, incluyendo el IAM.

El IAM se introdujo hace 30 años para garantizar que los muy ricos pagaran impuestos sobre ingresos fijando una tasa mínima. Pero la cifra no se indexó a la inflación y ha empezado a afectar a los que están más bajo en la escala de ingresos que se benefician de deducciones de impuestos. La reforma del Medicare no formó parte de la plataforma electoral del señor Bush. El señor Hubbard dijo que los esfuerzos para reformar los mercados de salud, incluyendo la expansión de las Cuentas de Ahorro de Salud, pudieran verse como el primer paso hacia la reforma del medicare.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION

Publicaciones Relacionadas

Más leídas